El número
de los ahogados, en el último naufragio es absolutamente monstruoso: 700
muertos. El equivalente, como lo compara L’OBS de cinco A320 700 personas que huyen las atrocidades de Siria, Eritrea u
otros países de la guerra y su horror.
Sus cadáveres flotan ahora en el tranquilo, casi
pacifico Mediterráneo, lo que parece provocar un simulacro de toma de
conciencia de algunos al preguntar ¿Por que Europa, presuntamente más civilizada
acepta que tantos hombres, mujeres, niños continúan muriendo en su suelo o ante
sus propias narices? Una pregunta que no prescinde de la habitual dosis de
hipocresía occidental cuando afirma que huyen de la represión política o de
vaya Usted a saber qué.
No. ¡Ni hablar! No escapan de represión política,
o por lo menos no es la causa principal, pero si de la precariedad, de la
exclusión, de la atrocidad del hambre y de la hambruna y más directamente de la
política que Occidente ha sembrado en sus países. El culpable tiene nombre,
apellido y dirección: OCCIDENTE y sus miras neo-colonialistas bajo todas sus
formas y con todos sus cómplices.
Preguntemos nosotros también. ¿Eran regimenes más
democráticos antes? ¿Era mas democrático Bachar el Assad o su padre Hafed al
Assad? Y por lo tanto ¿Por qué ocurre esto ahora y no antes?
No son pocos los que tratan en un esfuerzo
sobrenatural de colocar el problema en su marco, pero en vano. “Las redes de
emigración no son los únicos responsables, escribe L’OBS hoy mismo, de los
naufragios en el Mediterráneo: Son consecuencia directa de las políticas
seguidas en Europa bajo la presión del discurso anti-emigración”.
Tal vez, pero insuficiente y casi rozando los
postes porque la realidad es la estrategia occidental respecto a estos países
del continente africano y los del mundo árabe, o parte de ellos. El clima, la
escasez, las sequías y las ayudas que se esbozan pero que nunca llegan… nunca
se ven… nunca se tocan en el primero, se encargaron y siguen encargándose del
resto.
Si. No cabe duda, algunos países árabes y otros
africanos están patas arriba. Lo están consecuencia directa de las políticas
occidentales, especialmente de estados Unidos para saciar sus apetitos
geopolíticos y económicos en una región, donde, desde hace lustros, ensayas
catástrofes y calamidades.
Esta vez han bastado 700 cadáveres en busca de
días mejores y de países mejores y en busca, sobre todo a una vida decente.
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