Emigracion, Europa y Africa (Marruecos como ejemplo): Entre el hecho y el dicho hay mucho Estrecho de Gibraltar

 La Cumbre europea de Bruselas sobre la emigracion se ha limitado a lo minimo: Se triplicaran los buques de custodia y se reforzran las medidas en el mar para evitar posibles nbaufrahgios como los de esta semana y de la semana pasada.

Evocado a bombo y platillo durante días, el acuerdo es calificado ahora por la mayoría de los europeos de “carecer de ambición”.

Es normal. Ante problemas de los países subdesarrollados, Europa y occidente en general nunca se han comportado mejor. Se trata, por más que se de vueltas al asuntos, de protegerse ante tanta tragedia, generada por ellos mismos y sus miras expansionistas. La opción securitaria. El resto es pura palabreria.

Mientras tanto, los menos retóricos y por tanto menos “democráticos” como Marruecos deciden, ante tan grave drama, llamar al pan, pan y a la emigración y sus soluciones lo que son.

En Marruecos, el trafico de los seres humanos será, severamente sancionado.

En efecto, un proyecto de ley prevé en este sentido penas que van hasta 30 años de reclusión criminal y muy jugosas multas.

Una cosa es la voluntad política de no combatir, sino de encontrar las soluciones idóneas al problema migratorio que está alcanzado dimensiones absolutamente dramáticas e imprevisibles y otra diametral y “democráticamente” opuesta es ir geopolitizando el problema, tratando de acabar con la pobreza matando a los pobres o lo que es igual en nuestro caso los inmigrantes.

En cuanto al proyecto de ley marroquí antes mencionado que ha sido elaborado por la Secretaria general del Gobierno para el ministerio encargado de los marroquíes del extranjero, prevé, entre otras, según “Le360”, la creación ante la presidencia del Gobierno, de una comisión consultiva nacional para, primero coordinar la lucha contra el trafico de seres humanos y luego elaborar informes anuales en la  materia. El trabajo de esta comisión se extiende también al apoyo de las ONG activas en el dominio.

Con un tal proyecto de ley, Marruecos se une así al club de los países con severas disposiciones legislativas y legales para la lucha contra este fenómeno que da insomnios a las potencias regionales, sobre todo el la cuenca mediterránea.

Otra disposición muy avanzada de este refrito: la protección de los denunciadores y la posibilidad para las victimas extranjeras de permanecer en el país el tiempo que duren las investigaciones al respecto.