El Banco africano de
desarrollo (BAD) acaba de publicar un estudio sobre la inversión directa
extranjera (IDE) y su participación en el bienestar de la población en África
del norte. De manera general, según “Yabiladi” que da cuenta de sus líneas
maestras, el balance es positivo, pero en lo que con cierne al caso de
Marruecos, la institución continental observa limites a la contribución de
estas inversiones al bien estar de los marroquíes.
De hecho, muchos informes
internacionales hablan del liderazgo de Marruecos en África del norte en
materia de inversiones directas extranjeras, el ultimo de Emerging Markets
Prtivate Equito Association (EMPEA) de hace apenas unos días.
No obstante, la insistente
pregunta es que ¿estas inversiones directas extranjeras contribuyen al
bienestar de los marroquíes?
Responde el BAD en su estudio
regional publicado ayer (miércoles) titulado “¿Mejora las inversiones directas
extranjeras el bienestar de las poblaciones en los países de África del norte?
La conclusión del estudio es
que “la IDE
contribuye al crecimiento económico en África del norte, generando ingresos
para los Estados y las poblaciones de la región a través de la puesta en pie de
políticas presupuestarias y la creación de empleos”. Sin embargo, tratando el
caso de Marruecos, la conclusión no es tan absoluta. La complejidad de la
cuestión y las diferencias observadas entre las economías de la región, inducen
al BAD a afirmar que “el vínculo entre la IDE y el bienestar en Marruecos no es
concluyente”.
En razón de la ausencia de
algunos daros en algunos países, los autores del citado estudio han retenido
como principal indicador de medida de bienestar de la población, el índice de
desarrollo humano (IDH), cuyos factores determinantes son la salud, la
educación y el nivel de vida.
Por otra parte, la IDE por habitante ha sido
retenida como medida del impacto de las IDE sobre el bienestar de la población.
El BAD estima que los IDE en
Marruecos contribuyen al bienestar de la población, pero su impacto no es tan
importante como lo debía ser.
¿El problema?
La débile diversificación sectoriel de los IDE
entrantes. « Marruecos es uno de los
países menos diversificados en términos de concentración sectorial (…) Las
entradas de IDE concentran esencialmente los servicios y el turismo (finanzas,
negocios, hostelería y restauración).
Prácticamente, ninguna IDE va
hacia el sector primario en Marruecos y muy poco al sector manufacturero”,
deplora el estudio que subraya que estos últimos sectores son, sin embargo, los
que más exigen la mano de obra, creando, de esta forma, un máximo de empleos.
Una gestión que impactará sobre el nivel de vida de la población.
Además, esta situación,
engendra ineluctablemente una situación poco confortable. Según los autores del
estudio, las observaciones hechas muestras que “la IDE produce desigualdades de
ingresos en Marruecos” en razón, justamente de la concentración sectorial de
estas inversiones.
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