El rey Salman de Arabia Saudi ha anunciado hoy (miércoles
28-4) una remodelación en el seno del gobierno y el relevo del heredero del
trono, el príncipe Mokrin (de madre de origen yemenita) por Mohamed ben Nayef,
ministro del interior.
Omnipresentes en la prensa saudita desde el
comienzo de la campana contra el Yemen, los dos ministros más fuertes del país,
Mohamed ben Nayef en el interior y Mohamed ben Salman, en la defensa escalonan
la jerarquía del ejecutivo saudita.
El primero, de 55 años que había sido nombrado
vice-príncipe heredero durante el acceso de salman al trono ha sido promovido a
príncipe heredero. El segundo de casi 30 años (no se conoce exactamente su
fecha de nacimiento) que es el hijo preferido del rey, recupera el cargo
ocupado por Mohamed Ben Nayef, convirtiéndose así en el segundo en el orden de sucesión,
conservando su cartera de ministro de defensa.
Finalmente el rey salman ha remplazado al
inoxidable Saud Al Faisal, al frente de la diplomacia del país desde hace 40 años
por el embajador de Arabia Saudita en Washington, Adel Al-Jubeir, asimismo de
mucho relieve desde el comienzo de las incursiones contra el Yemen.
La nueva ola de nombramientos parece
confirmar el inexorable avance de
Mohamed ben Nayef hacia el poder supremo en este reino. El llamado Sr. Seguridad
del reino, muy aureolado por su éxito en la lucha contra Al Qaida en los años
2000 remplazó en enero pasado al príncipe Mitaeb ben Abdelah, hijo del difunto
Abdelah.
Todo tiene una explicación: Ben Nayef ha sido
propulsado al frente de un Consejo de asuntos políticos y de seguridad
(sobretodo, seguridad), nuevamente creado, que le acuerda la ultima palabra en
todo lo que se vincula a la seguridad nacional en Arabia Saudita, la prioridad Nº
en este periodo de extrema inestabilidad en la región, caracterizada por el
avance del llamado Estado islámico en el norte del reino, en Irak y la desintegración
del Yemen en el sur.
En lo que concierne a la política exterior del
reino marcada desde 1975 por Saud al –Faisal, el nombramiento del ahora ex
embajador en Estados Unidos traza de cierta forma las líneas maestras de lo que
va a ser esta política, tanto en lo que respecta a los focos de tensión en la región
como en las relaciones con el resto del mundo, especialmente con los países de la Unión europea como Francia o
Reino Unido, ambos muy activos para recuperar cierto protagonismo en la región
del Golfo.
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