Con el tema « La política de la competitividad
y la política industrial, apoyos del desarrollo” el Consejo de la libre competencia
ha organizado hoy en Rabat una conferencia. El presidente del Consejo Abdelali
Benamour y el del Consejo económico, social y medioambiental Nizar Baraka han desvelado con esta ocasión, algunas
verdades que seria oportuno recordar:
Para Benamour la libre competencia es un valor de
la sociedad que permite evidenciar, lealmente el mérito sin necesitar recursos
tan injustificados como inmerecidos. La competitividad, no obstante, si permite
una selección natural de las entidades que no pueden soportar la competición,
no es suficiente para asegurar el despegue del conjunto.
Dicho esto, Benamour dijo que existen excepciones…
sobre el plano social, hay sectores frágiles que la potencia pública debe
ayudar. En materia económica, empresas de talla media deben ser asimismo apoyadas
pero en plazos de tiempo limitados.
Desde el punto de vista macro-económico, para
garantizar el desarrollo del sector industrial, el Estado debe poder asegurar
una protección de las empresas, en el marco de su política industrial, lo que
no corresponde al espíritu de la competitividad leal y perfecta.
Por su parte Nizar Baraka ve virtudes en un
proteccionismo limitado porque permite, según él, mantener en vía a las
empresas hasta alcanzar la talla crítica que le permitirá en un lapso de
tiempo, entrar en el mundo de la libre competencia. Algo así como una
incubadora. Esto es, tanto más verídico para el presidente del CESM que el
tejido económico marroquí se caracteriza por la presencia de muchas PME con más
pequeñas empresas, una realidad que se debe revisar a fin de asegurar una mejor
competitividad y una menor fragilidad de la economía nacional.
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