Todo lo que se dice (posible negociación con Al-Assad), se hace (una nueva dinámica en las relaciones de EEUU con los países del Golfo y de la región en general) o se piensa (ya va siendo tiempo de una mayor realpolitik) en/sobre Oriente Medio estos días tiene directa o indirectamente algo que ver con las negociaciones en curso entre Estados Unidos e Irán sobre el expediente nuclear.
Muchos han hecho/siguen
haciendo lo real y lo inimaginable para evitar un acuerdo sobre la cuestión.
¿Lo lograrán, no lo lograrán?
Fuera de los 5+1 todo el mundo se limita a deshojar la margarita.
Pero ¿Qué retos conlleva esta
cuestión?
La cuenta atrás comenzó hace
tiempo… desde su elección, el presidente iraní Rouhani ha “impuesto” la
reanulación de las relaciones diplomáticas entre su país y los Estados Unidos,
marcando, de este modo, un giro de 180 grados en la política extranjera iraní.
El entonces nuevo presidente
iraní reivindicaba una nueva visión sobre el programa nuclear y la necesidad de
restablecer la paz en el Próximo Oriente.
Israel lo comprendió antes que
todos: Ruhani era una amenaza contra su política guerrera. Tel Aviv se sintió,
desde entonces en peligro de…paz.
Comenzó la cuenta atrás… Oriente Medio estrenaba
era. Los adversarios de la paz y de
la estabilidad también: “Primavera árabe”, el papel de algunos canales de
televisión campo Al Jarrera, el terrorismo y un resultado absolutamente
provisional y dependiente que los dirigentes israelíes no quisieron o no
pudieron comprender: cierto acercamiento con algunos países árabes, que de
acercarse hubieran acercado a sus homólogos miembros de la Liga árabe.
Frenada su “Primavera árabe”
en Siria muchas chancillerías occidentales, a pesar de enormes esfuerzos de los
lobbys sionistas, decidieron revisar sus políticas para con Oriente Medio.
Con un gendarme: Israel no se
ha podido realizar gran cosa. Con dos: Turquía, tampoco.
Primer ano, segundo, tercero,
cuarto y ahora quinto… Ningún dictador pudo resistir nunca tanto… ningún dictador
puede resistir tanto. En Siria, sin embargo no se ve la salida del túnel. Y,
esperando, surgieron y pueden surgir todavía más nuevos polos de atracción
geopolítica.
Mientras unos (Occidente e
Israel) decretan embargos, sanciones y profieren amenazas, otros (Irán y sus
aliados en la zona) avanzan sobre todos los planos.
Hoy las cosas se plantean de
otra manera:
La elección de Ruhani ha sido
una suerte estratégica…
Una mejora de la economía
podría traducirse en un impulso en el apoyo interno para este presidente
reformador y de paso, reforzar a los moderados en el curso de las legislativas
del año próximo, que sin acuerdo sobre el expediente nuclear hoy, mañana será mortalmente tarde,
porque de no alcanzar un acuerdo nuclear, la presidencia iraní volverá a un
presidente ultra conservador que optará por una “economía de resistencia” y un
odio, hasta confrontación con Occidente, contando en ello con el apoyo de la
mayoría de los iraníes que, hoy por hoy están pendientes del curso de las
negociaciones nucleares.
E Irán, Oriente Medio y el
mundo habrán perdido una oportunidad histórica de conocer una verdadera paz,
una más que anhelada estabilidad y hasta una segura prosperidad en el Próximo
Oriente.
Comentarios
Publicar un comentario