Eran, difícilmente olvidarlo, las 15H 23
cuando me llamaron desde la recepción del magnifico Hotel Suise de Lima. En su suntuoso
vestíbulo me esperaba mi buen amigo el entonces embajador de Perú en Rabat, Jorge
Enrique Abarca Del Cartio, un aristocrático que concibe la diplomacia en su más
noble dimensión y que nada le interesaba más que reforzar y diversificar las relación
es entre Marruecos y Perú.
El Sr. Embajador me transmitió una invitación
del presidente Alejandro Toledo “el cual al verte en la Tele me dijo que quería conocerte”.
Por la mañana de
aquél inolvidable lunes 29 de noviembre del 2004 dije en el programa “Protagonistas”
del Canal 14 consagrado a la visita de Mohamed VI a Perú que “se trataba de una histórica visita oficial de dos días que tiene por
objetivo intensificar las relaciones y la cooperación entre ambos países”.
Tercera etapa de una gira real
por México, Brasil, Perú, Chile y la Argentina, la visita de Mohamed VI dio una nueva dinámica
a las relaciones entre Rabat y Lima en los dominios político, económico,
comercial y cultural, abriendo amplias perspectivas a una prometedora cooperación
bilateral.
En los medios oficiales de la capital
peruana todo el mundo hablaba con admiración del exquisito acento español del
rey Mohamed VI y de su forma de actuar en tanto que rey ciudadano, con una
amplia cultura general y un perfecto conocimiento de España y de América
Latina.
A las 16HOO en punto llegué al
palacio presidencial en Lima, encontrando esperando el embajador Del Cartio y
un próximo colaborador del presidente Toledo, esperándome.
A penas saludé al presidente, el rey Mohamed
VI me vio y me dijo:
- ¿Cómo está Sr. Jedidi?
- Bien Majestad, hamdulilah (gracias a Dios)
En la enorme sala, los invitados comentaban
la condecoración del rey de Marruecos por el presidente de Perú con el orden El
Sol del Perú, en el grado de Gran Cruz, la más importante condecoración peruana.
De repente, en un perfecto castellano y en un
real humor, el rey Mohamed VI se dirige al presidente Toledo:
-
Sabe,
presidente, creo que tenemos que hacer una fotografía con este señor porque es
famoso por presentar en Marruecos el “Parte”
-
En este
caso, respondió el presidente Toledo riéndose.
Risas… humor y… gracia real.
Mientras el presidente Toledo hablaba con el
embajador, la, para mi, histórica conversación con el rey Mohamed se prosiguió en
árabe.
Lo que para servidor era un inmenso honor,
para mis amigos (y los que lo son menos) era un “certificado de buena conducta”.
Por ello cuando mi amigo Mounir, me obsequio
con las fotografías del acontecimiento, me sentí profundamente agradecido al fotógrafo
por su generosidad y al soberano por su solicitud.
Comentarios
Publicar un comentario