Más de 60 gobiernos y organizaciones han concurrido a la gigantesca “Cumbre” de 3 días en Washington destinada, aparentemente, a “movilizar” a la comunidad internacional al contra el “terrorismo” que no ha desembocado, exactamente como se esperaba, en ninguna medida concreta ni decisión tangible.
60 Gobiernos y organizaciones,
entre otras, la ONU
y su secretario general, la Liga
Árabe y también su secretario general, la jefa de diplomacia europea, Federica
Mogherini, el ministro francés del interior o incluso el jefe de la
inteligencia rusa: Una cita prepara desde hace mucho tiempo por la
Casa Blanca que, en realidad, trata de
desviar el “terrorismo” de su concepto y de su definición reales.
Si no ¿Cómo explicar el
anuncio durante estos 3 días de conclave “antiterrorista” la firma entre
Turquía la clave y la razón de ser del terrorismo en oriente Medio y Estados
Unidos, obrando siempre por procuración para declara todo lo contrario de un
acuerdo para entrenar, armas y lanzar a 1200 terroristas desde territorio turco
contra un país soberano y miembro de naciones Unidas?
Por ello frases como la del
presidente barack Obama “estamos reunidos aquí hoy para estar unidos contra el
flagelo del extremismo violento y del terrorismo” suenan huecas y de
contra-sentido.
Sin embargo, tanto Washington
como sus satélites, entre ellos Turquía, reconocen y hasta expresan su inquietud
de que las organizaciones terroristas que ha entrenado o que va a entrenar
controlan amplias partes de territorios en Siria y en Irak y que hay mas de
20 000 “combatientes” extranjeros de más de 100 países, procedentes de Turquía,
4000 de ellos procedentes de Europa (como a sus compinches de otros países esto,
en el diccionario esta mencionado como mercenarios)
“Esta lucha no tiene nada que
ver con el hecho de judío, cristiano o musulmán. Estamos todos en el mismo
barco y debemos tratar de salir de esta crisis”.
¡Tampoco! Es inexacto. Unos si, otros no. Casi simultáneamente al discurso de
Obama, el primer ministro israelí Benyamin Natanyahu efectuaba una visita a los
hospitales israelíes que acogen a los terroristas heridos en combate en Siria
y, con su estado mayor, algunas posiciones de bandas terroristas afiliadas a Al
Qaida.
Pero en Washington, Obama y
los demás presentes se ahogaban en un vaso de…amalgamas. Mientras que la Casa Blanca trata,
desde hace meses, de distinguir entre Islam y “lucha contra el islamismo
radical” para no estigmatizar a la religión musulmana, la oposición republicana
americana, por razones puramente de política interna le reprocha esta
concepción.
O sea: que la diana es otra:
el Islam y los musulmanes y detrás, en algún escondite se asoma Israel.
Luego una extraña declaración:
“vamos a necesitar anos e incluso decenios para lograrlo, pero al final
ganaremos”. Palabras de Susan Rice, la consejera en la seguridad nacional de la Casa Blanca.
Es normal. La resistencia Irak
acaba de anunciar que va a comenzar a disparar contra los aviones que abastecen
al llamado “Estado islámico” y demás milicias terroristas, sabiendo, sin ir
hasta revelarlo las nacionalidades de estos aparatos que traen armas y “combatientes”.
¿Sorpresa? No.
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