Pocos dias tras la publicación por el
Observatorio regional de medio ambiente de un alarmante informe sobre la
“quiebra ecológica” en el norte de Marruecos, la ministra delegada encargada
del medio ambiente, Hakima El Haite efectuó, el viernes pasado una visita de
información a la zona para informarse del impacto medioambiental del vertedero
publico.
En una declaración a la MAP, la ministra subrayo que
su departamento, en coordinación con los electos y las instituciones, tiende a
rehabilitar el servicio publico a fin de que pueda cumplir su papel de manera
optima y para luchar contra los efectos negativos de los residuos sobre el
medio ambiente y los habitantes, con la perspectiva de construir un nuevo
vertedero publico que reúna las características medioambientales y que
garantice una gestión duradera de los residuos.
La ministra El Haite puso el acento sobre el
hecho de que la rehabilitación del antiguo vertedero de la provincia de Tetuán
que trata 146.250 toneladas de residuos por ano y la construcción de un nuevo
centro para el reciclaje y la valorización de los residuos, se enmarca en la política
de adecuación de las ciudades marroquíes a través del lanzamiento de proyectos
de desarrollo duradero que respeten las condiciones climáticas y contribuyan a
la mejora de la atracción de las ciudades turísticas y las condiciones de vida
de los marroquíes a fin de acompañar el desarrollo económico que conoce
actualmente la región Tánger-Tetuán.
En espera…
Un
informe del Observatorio regional de Medio Ambiente señalaba hace unos
días que los indicadores de polución en
el norte de Marruecos “comienzan a enloquecerse”.
El
primer problema, según el informe, consiste en la calidad del agua. En el norte
de Marruecos, el potencial de recursos hídricos alcanzan cerca de 4 000
millones de metros cúbicos, de ellos la décima parte en aguas subterráneas. Si
la calidad del agua es juzgada mas bien excelente en el 80% de los casos, lo es
menos en los lugares situados en desembocaduras de residuos domésticos o
industriales. Lógico, si no fuera porque es precisamente en el medio rural
donde los re cursos en agua están mas
poluidos e impactados por estos residuos. El informe lo explica por el hecho de
que el empalme a las redes de colecta de agua usada, que alcanzan l 80% de los
hogares en medio urbano y tan solo 1 hogar sobre 8 en el medio rural. No
obstante, las previsiones están lejos de ser optimistas. En efecto, en el curso
de los próximos 15 años, los residuos líquidos pasarán de 64 millones de metros
cúbicos (2010) a 81’4 millones en el 2030. A este ritmo, los habitantes en medio
rural podrían acabar por envenenarse, al beber agua que proviene de los cursos
de las aguas de capas freáticas. Y si la región se ha dotado de muchas
estaciones de depuración, éstas solo están instaladas en las ciudades o en su
periferia.
Otro
punto negro señalado en el citado informe del Observatorio regional de medio ambiente:
el estado de los residuos domésticos. En el curso de los próximos 15 años,
deberán pasar de 900 000 millones de toneladas a mas de 1 millón de
toneladas por año y, una vez más, es el medio rural el que está más expuesto.
En efecto, la tasa de colecta de los
residuos alcanza l 90% en la ciudad contra solo el 12% en el campo y no
alcanzará más del 50% de aquí al 2030 (únicamente en los lugares más
sobresalientes). Problema: incluso cuando estos residuos sean colectados, la
región no podrá liberarse de ellos o por lo menos de manera sana para el medio
ambiente. Se trata de una decena de descargas fuera de todo control, y por
tanto ilegales situadas en pleno medios residenciales en las ciudades.
Tercer
problema, según el in forme: la calidad
del aire. Globalmente, en la región, la calidad del aire es relativamente
buena. Solo que en las zonas ubicadas a proximidad de los principales ejes de
carretera, esta calidad comienza ostensiblemente a degradarse. “Un fenómeno que
alcanza dimensiones desastrosas en las montanas y los bosques del Rif”. En el
Lupus, la degradación alcanzará cerca de 4 200 toneladas de suelos
fértiles mientras que a nivel de Tánger alcanzará 3 200 toneladas. Una
degradación favorecida por la fuerte pluviométrica que, por rebote, contribuye
al encenagamiento de las presas y la reducción de las reservas de agua dulce.
El
informe señala que después del agua y el aire, la región estará expuesta a
mareas negras. En un estrecho donde mas de 100 000 barcos navegan
diariamente, muchos de ellos son
petroleros, difícil de evitar colisiones. Un constante peligro desde el
incremento de la actividad a lo largo del estrecho de Gibraltar, en Sebta,
Algeciras y en Tánger Med.
Ultimo
bastión de la rica biodiversidad de la región, el dominio forestal que cubre
unas 414 000 hectáreas de este territorio esta amenazado. Entre las
principales amenazas: la ausencia de relimitación del dominio forestal que
cubre, especialmente, la puerta a la proliferación (nociva) de las canteras de
arena, los incendios que han acabado con el 5% de la superficie total de los
bosques o incluso el pasto de las ovejas y de los bovinos (una docena de ovejas
por hectárea puede bastar para reducir la cobertura verde de 33 a 19%).
El
problema es muy grave ¡Basta a la inconciencia! La responsabilidad es
compartida. Es de todos y de cada uno. Aunamos los esfuerzos hoy porque mañana
puede ser mortalmente tarde.
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