"Por qué la guerra contra los ‘yihadistas’ de EL permanecerá vana mientras que las poblaciones sunitas irakíes y sirias siguieran excluidas del poder”.
Se preguntarán Ustedes de quién
tan inverosímil y desfachatada “reflexión”.
Pues… de Le Point.
O sea que mientras que hay
regimenes no “indómitos” a los apetitos de Estados Unidos y de Francia, entre
otros, la lucha antiterrorista es infructuosa.
Ni tanto, ni tan calvo.
Difícil porque mientras siga
esta situación y todo apunta hacia la mas que probable posibilidad de que siga
y muchos países occidentales, unos mas que otros, se van dando cuenta, no va a
ser fácil erradicar el terrorismo ni de Irak ni de Siria ni de ninguna parte.
Le Point lo resume muy bien
cuando afirma que mientras sigan estos regimenes indeseados por su Francia y
sus aliados de toda índole, la guerra contra el terrorismo seria vana. En
efecto porque nadie ignora a esta altura quién está detrás de Dae’sh y otros
dae’shes.
Poco a poco, implícitamente…
casi a cuenta-gotas algunos portavoces de algunas potencias occidentales
desvelan la estrategia y su alcance, los planes y su finalidad y la coyuntura y
a lo que debía llegar y no llegó hasta ahora y probablemente nunca llegará.
La “reflexión” de Le Point es
un mensaje para todos, sobre todo al nuevo secretario americano para la defensa
(o para la guerra) Ashton Carter quien estreno cargo afirmando que “una derrota
del EI es irreversible”.
Paralelamente el curso de las
negociaciones entre Estados Unidos e Irán inquieta a más de uno. Francia figurará
junto a Israel entre los que mas van a pagar “los platos rotos”.
Y es que Washington e Irán
tienen de cato “un interés común” a luchar contra el llamado “Estado islámico”.
Así lo admitió ayer (miércoles) el propio secretario de Estado John Ferry ante
una comisión del Congreso americano en un momento en que EEUU e Irán se
encuentran en la ultima línea recta de sus negociaciones sobre el programa
nuclear iraní.
¿Y Francia? A pesar de su
nefasto papel en Libia y en Siria y lo que su “esfuerzo” de guerra… ajena ha
costado al contribuyente francés, volverá a ser lo que era antes en oriente
Medio: una potencia de cuarta división en espera de pagar los estragos causados
en cada uno de estos países.
En cuanto al régimen político,
a la orientación política, a la opción política y a los dirigentes políticos es
una cuestión mera y exclusivamente de los pueblos Irakí y sirio y nadie ha
pedido a Francia y su subdesarrollada influencia en el tablero geopolítico
internacional, meter sus narices
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