El grupo antirracista de acompañamiento y de
defensa de los extranjeros y emigrantes (GADEM) no oculta su decepción. La
asociación que ha participado en la regularización de la situación de muchos
emigrantes lamenta las operaciones de rastreo, según ella, violentas en el
campamento de fortuna en Gurugu, en el Rif, lo que desmiente categóricamente el
ministerio marroquí del Interior que, en un comunicado-respuesta afirma que las
“cosas se han hecho en regla, bajo la supervisión del ministerio fiscal”.
“Las autoridades marroquíes han llevado a cabo
una vasta operación de rastreo en el campamento del Gurugu a proximidad de la
ciudad ocupada de Melilia, que acabo con el arresto de unas 1200 personas que,
después de la toma de sus huellas digitales, fotografías y grabación del estado
civil y nacionalidad fueron conducidos hacia diferentes ciudades: Errachidia,
Guelmim, El Jadida, Safi, Youssoufia, Agadir, Kelaat Assarghna, Chichaua,
Essauira o Tiznit para lugares que l GADEM pudo identificar el miércoles 11 de
febrero del 2015”,
reconoce el GADEM un comunicado.
Interior tiene otra versión: “esta operación se
ha desarrollado en buenas condiciones con la ayuda de las autoridades
administrativas locales y de los diferentes cuerpos de seguridad, bajo la
supervisión del ministerio fiscal competente, permitiendo la liberación de
muchos emigrantes, especialmente mujeres y niños que estaban obligadas por
redes de pasadores y de trata de blancas, a vivir en este bosque. Operaciones
similares serán sistemáticamente llevadas a cabo para evacuar todos los lugares
ocupados por emigrantes que planifican organizar tentativas de emigración
irregular”.
El GADEM había saludado los esfuerzos del
gobierno marroquí desde septiembre del 2013, fecha de la validación por el rey
Mohamed VI recomendaciones del informe del CNDH “Extranjeros y derechos humanos
n Marruecos: por una voluntad de asilo y de emigración radicalmente nueva”.
La asociación de los emigrantes había apoyado
también la puesta en marcha de la nueva política migratoria en Marruecos
durante todo el año 2014, pero deplora hoy las nuevas orientaciones políticas
tomadas, considerando que las medidas radicales tomadas por las autoridades
están caracterizadas por muchos vicios de forma además de ser, según ella,
ilegales: “El mantenimiento en locales que no dependen de la administración
penitenciaria no ha sido aplicado a las personas así como a los secuestrados
por la administración: el decreto de aplicación del articulo 34 que debe fijar
la sede de estos locales y las modalidades de su funcionamiento y de su organización
nunca fue publicado y este procedimiento no es, pues, aplicable”, precisa el
GADEM que pide a las autoridades competentes que “secuestran” a estas personas
con el pretexto de “liberarlas de las redes de pasadores y de trato de blancas”
proceder a su liberación efectiva y de regresar a la mesa de discusiones para
proseguir serenamente el proceso de la puesta en marcha de la política
migratoria radicalmente nueva.
Cada campo defiende sus posturas, pero la
reciente ola de regularizaciones confirma la buena voluntad del Estado a pesar
de que puede que hayan sucedido abusos y rebasamientos aquí y más allá.
Una cosa es segura: en ningún país del mundo se
puede tolerar a 1200 extranjeros ocupar un espacio público y constituir una
empresa con incalculables consecuencias e indeterminadas pautas.
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