« Dae’sh » y sus proveedores de fondos: Los que temen un acercamiento de EEUU e Irán

 El secretario de Estado estadounidense John Kerry y su homólogo iraní Mohammad Javad Darif vuelven a verse hoy en Ginebra.

 
Los adversario del presidente Obama, sus aliados israelíes yàarabes así como algunos ex consejeros bajo el paraguas del lobby israelí en estados Unidos temen que su voluntad de “arrancar” un acuerdo “como sea” sobre el expediente nuclear con Irán ocultase un discreto, caso oculto sueno del presidente de un acercamiento con Teherán.
Desde hace cierto tiempo, Obama acaricia el sueno de un nuevo reto geopolítico, inherente de cambiar las coordenadas de la ecuación medí oriental.
“Los iraníes, declaro no hace mucho el jefe de la Casa Blanca, tienen un camino para poner fin a su aislamiento. Si lo hacen habrá un increíble talento de recurso y una sofisticación…interior de Irán y ello seria un poder regional prometedor”.
Obama dio a entender incluso que, en caso de éxito en las negociaciones sobre el expediente nuclear, Estados Unidos podrían cooperar con Irán en otras cuestiones.
Un auténtica bomba y… la madre del cordero. Las palabras del presidente americano han sacudido los cimientos de los poderes en Israel y en los países del Golfo.
La paranoia de estos y otros países como Francia o Turquía alcanza, en este sentido, extremos absolutamente surrealistas.
Desde entonces la aceleración de la financiación, armamento, servicios logísticos y  sistemas de enrolamiento de los grupos terroristas tomo una exorbitante dimensión.
¿A cuanto asciende la “financiación” de Dae’sh y demás grupos terroristas?
Difícil de responder. Pero, eso si, fácil a estimar en lo que podría acabar con la Ebola en África y paliar en mas del 50% la precariedad en el tercer mundo o por lo menos en el mundo árabe-musulmán.
Volvamos al eventual “acercamiento” entre Estados Unidos e Irán que constituye el mayor motivo de inquietud para los proveedores de fondo de Dae’sh y demás grupos terroristas.
Ni en Tel Aviv, ni en RIAD o Doha, menos aún en Paris y Ankara se ha olvidado nunca que Obama había sido influenciado por el pensamiento de los co-presidentes del Grupo de estudios sobre Irak, Lee Hamilton y James Baker, los cuales habían instado al presidente Bush retirar sus tropas de Irak, se concentrarse sobre Afganistán, impulsar el proceso de paz israelí-árabe y… lanzar una apertura hacia Irán.
Un proyecto, recordémoslo, según los expertos próximos a Obama, adoptado, punto por punto por éste. “Baker y Hamilton estimaban que Bush estaba demasiado dependiente de Israel”, comentaba el investigador conservador Doran.
De donde la carrera contra reloj republicana, impulsada por Israel o su lobby en Estados Unidos para sabotear todo intento de acercamiento de Estados Unidos a Irán y a una solución del problema terrorista.
Evidentemente, no pocos creen que siendo Irán una republica islámica, todo sueño de acercamiento con Estados Unidos seria condenado al fracaso.
Tal vez, pero puede ser también lo contrario, porque, entre luchas otras cosas, en la política nada es constante y Estados unidos con Obama o con cualquier otro presidente no verían más que sus intereses y la amenaza de la pleitesía americana a Israel constituye el primer paso hacia el fin del terrorismo en Oriente Medio.