Todo el mundo lo sabía/sabe
pero no hay peor ciego que el que no quiere ver: un informe de los servicios de
los servicios de inteligencia turcos desvela la presencia de “células
durmientes en Turquía”. Le Point.fr se pregunta, con razón ¿El gobierno juega doble
juego?
Secreto de Polichinela...
aunque siempre es interesente, cuando no productivo saber lo que dicen todas
las partes.
3 000 personas mantienen
lazos con el llamado « Estado islámico » (Dae’sh). La inquietante constatación
es parte de un informe de los servicios de inteligencia turcos publicado el sábado
pasado en el diario “Hurriyet”. Una presencia “anónima” para Ankara con
incalculables riesgos contra los súbditos e intereses occidentales presentes en
Turquía.
Lo que ha hecho,
aparentemente, que el nivel de seguridad haya sido elevado al máximo en los
edificios diplomáticos y más particularmente las infraestructuras de la OTAN de la que es miembro Turquía
aunque la organización, (¡por algo será!) nunca lo ha revelado a pesar de las institucionales
relaciones entre ella y el país anfitrión y pese a la cooperación y coordinación de la aparente lucha
antiterrorista entre ambos.
Dos días antes el ministro
turco de exteriores, Mevlut Cavusoglu recordaba ante el asombro general que 700
turcos (100 según los observadores) “luchan”
actualmente con Dae’sh en Siria, 30 de los cuales han muerto.
Una manera como cualquier otra
de anticiparse a las criticas de los países europeos que acusan a Turquía de
cerrar los ojos (y la intención) ante el y transito por su territorio de los
candidatos al falso “yihad” en Siria cuando no se encarga de todas las
infraestructuras para ello todo en nombre de una adversidad con su enemigo Nº 1
el presidente sirio Bachar Al Assad. Mas aun: Ankara ha sido acusada mas de una
vez por mas de un país europeo de apoyar claramente a la organización terrorista
de “EL” en su guerra en Siria contra el régimen sirio y contra los kurdos del
PYG (ala siria del PKK), otro enemigo declarado del gobierno turco.
De este modo abastecimiento en
armas, material bélico, asistencia logística y médica, compra de petróleo de
con trabando procedente del autoproclamado califato, entrenamiento de “yihadistas”
y apoyo informativo: sistemáticas y probadas acusaciones que Turquía de Erdogan
niega y sigue negando.
En el otoño del 2014, The New
York Times y Newsweek afirmaban (provocando como siempre la ira de Erdogan) que
algunos barrios desfavorecidos de las grandes ciudades turcas servían de base
de enrollamiento para el llamado “EI”, entre ellas la capital Ankara e Istambul
la mayor ciudad del país, lo que ha sido corroborado por el profesor en la Loyola University Chicago,
Gunes Murat Tezcur.
Hasta hoy en día y Estados
Unidos, Francia y los demás lo saben e implícita o explícitamente son cómplices,
mas del 90% de los “combatientes” de Dae’sh y de Nosra afiliada de Al Qaida
llegan a Siria o a Irak a través de Turquía.
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