“No insultéis a quienes invocan a otras [divinidades] en lugar de Allah, no sea que reaccionen hostilmente e insulten a Allah sin tener conocimiento [acerca de lo que dicen].” (Corán 6, versículo 108).
Dos días de revueltas en el Niger con un saldo de
decenas de victimas, entre ellas 10
muertos, 6 de los cuales ayer (sábado 17-1) y otros 5 el viernes en
Zinder, segunda ciudad del país.
“Los que pillan estos lugares de culto, que los
profanan, que persiguen a sus compatriotas cristianos o extranjeros que viven
en el suelo de nuestro país no han comprendido nada en el Islam”. En estos
términos se ha expresado el presidente de este país Mahmadou Issoufou, musulmán
y que él mismo estaba presente en la llamada Marcha republica en Paris, el
pasado día 11.
… Y tiene razón. Toda la razón. El Islam
es Misicordia, respeto y amor al prójimo y los musulmanes, según sus
preceptos deben dar el ejemplo de clemencia, de sentido común y de
clarividencia ante la intolerancia.
Además, como dijo el mandatario del Niger: “
Sabéis que al comportarse de esta manera, incitáis a las poblaciones de los
países donde los musulmanes son minorías a profanar y a destruir las
mezquitas?”.
También tiene razón el presidente Issoufou: “Y no te enviamos [¡Oh, Muhammad!] sino como
misericordia para los mundos.” (Corán 21, versículo 107).
Por eso en un país
musulmán y entre los musulmanes el recurso a la violencia, al pillaje y al
asesinato de inocentes es, además de intolerable, condenable. Los responsables
de estos actos deben ser identificados y castigados conforme a la ley y de ser
posible, determinados los sectores y los medios que los han empujado hacia tal
vil comportamiento.
Ante tan inaceptable
forma de ser y manera de actuar de musulmanes, unos 20 ulemas, teólogos y
dignatarios musulmanes han lanzado un llamamiento a la calma. “No olvidéis que
el Islam esta en contra de la violencia, recordó el predicador local Yahou
Sonna en la televisión publica del Niger.
Otros países como
Pakistán, Malí, Argelia o Senegal, entre muchos otros han sido escenario de
violentas manifestaciones contra las actitudes islamofoba de Charlie Hebdo y
consentidora de muchos círculos dirigentes en Francia. No obstante, afortunadamente
no han llegado a alcanzar la dimensión de las del Niger.
Dae’sh debe estar
doblemente satisfecho. Por un lado si no ha realizado, si, está realizando uno
de sus objetivos: sembrar la discordia y la adversidad entre los musulmanes y
los que no los son y sembrar el caos en algunos países musulmanes.
Si el gesto islamofobo
del semanario “satírico” francés es condenable a mas de un titulo y desde todos
loo puntos de vista civilizacionales, los actos de violencia contra los no
musulmanes en los países musulmanes no lo son menos.
“Di [¡Oh, Muhammad!]: ¡Oh, Señor nuestro! Juzga
entre nosotros y entre los incrédulos como lo has prometido. Ciertamente Tú
eres Misericordioso, protégenos pues, de sus injurias.” (Corán 21, versículo 112).
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