Para desaprobar la inconciencia y la irresponsabilidad: No a la ofensa y al ultraje



Finalmente « Le Monde » acabó por « descubrir » que no solo los talibanes afganos condenan las caricaturas de… Charlie Hebdo y no de lo que llama Mahomet, sino todo el mundo musulmán y con él los amantes de la paz, la justicia y el sentido común así como gobiernos o instancias musulmanas en Egipto, Al Qods Acharif (Jerusalén) e incluso Senegal, Malí y el Níger con un saldo de 4 muertos y un comienzo de anarquía con, entre otros, el saqueo y el incendio del centro cultural francés y que muchas otras manifestaciones son previstas hoy y mañana.



 

El diario francés y muchos otros no ocultan su asombro ante tan enorme movimiento de protesta ante la intolerancia y la profanación del diario satírico galo (en el que Le Pin ve indicios de los servicios secretos franceses) y la reprobación y repulsa de la actitud de muchos responsables o símbolos de la sociedad civil francesa.

En efecto, la expresión de cólera y de desaprobación de tan irresponsable e inconciente acto del semanario satírico francés no va a cesar en lo inmediato. Muchos países, entre ellos Marruecos han anunciado marchas para los próximos días para denunciar todos los terrorismos incluido el de Charlie Hebdo y de los que apoyan su gesto ofensivo e injurioso hacia el Islam y los musulmanes.

Entre 2 000 et 3 000 personnes ont manifesté vendredi 16 janvier à Alger pour dénoncer la publication du dernier numéro de « Charlie Hebdo », certains scandant le nom des frères Kouachi, les auteurs présumés de l'attaque contre l'hebdomadaire français.

Como rezaban muchas pancartas en Dakar “la libertad de blasfemar mata la libertad de expresión”” o por lo menos la eclipsa y el derecho al amalgama, disipa el derecho a la verdad y a la transparencia. Las sensibilidades morales y religiosas de 1 500 millones de musulmanes han sido mortalmente atacadas y es difícil pensar en la indiferencia, en la impasibilidad o la apatía.

De hecho en Afganistán, contrariamente a lo que anunciaba “Le Monde” en un afán de demostrar que todo el mundo a excepción de una ínfima minoría sigue venerando su pleitesía a Francia, no eran los talibanes, sino afganos, libres y respetuosos de su religión y de los demás, orgullosos de lo que son y de su misericordiosa religión musulmana. “La libertad de expresión, dijo el presidente afgano Ashraf Ghani,  debe ser utilizada de manera constructiva a fin de promover la coexistencia pacifica entre las religiones”.

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