Contando
con un crecimiento económico de 4’8% en vez de 2’6/ en el 2014, Ahmed Lahlimi
se ha basado en la perspectiva de una campana agrícola que, según él, seria una
de las mejores que haya conocido Marruecos hasta ahora y asimismo en la demanda
exterior que permanecería sobre su tendencia en alza, consolidando la mejora de
las actividades del sector no agrícola.
Para
él, el valor añadido del sector agrícola deberá progresar de 9’3% después de
haber conocido un repliegue de 1’7/ en el 2014 mientras que las actividades no
agrícolas se incrementarían un 4’1% en vez de 3’4% estimado para aquél año. No
obstante, la Alta Comisaría
para el Plan invita a no dejarse llevar por la euforia de estas previsiones,
sobre todo no dormir, pensando que se ha hecho lo esencial.
“Sin
enfurruñar nuestra felicidad
por estas perspectivas, conviene medir los desafíos a los que hace frente
nuestro país y que pueden traer periodos faustos », subraya Lahlimi.
Por fin, buena salud de la
economía del país y buenas perspectivas, siempre y cuando se siga trabajando
humilde y seriamente para proporcionar todos los acicates inherentes de evitar
difíciles momentos a este pueblo que tanto ha soportado, tanto ha padecido y tanto
ha anhelado mejores momentos.
Lo dijeron antes, antes de la
tormenta viene la calma. Aun no es justamente la calma, pero es el inicio que
se puede reforzar, consolidar y potenciar para que todos contribuyan a la
sonrisa tan esperada.
En tan difícil coyuntura
económica internacional una realización de esta talla inspira realmente
esperanza y disipa las dudas, la desconfianza y la parquedad… que no es poco.
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