¿Fue envenenado Pablo Neruda? El gobierno chileno abre una investigación

Más de 40 años después de la muerte del Premio Nóbel de literatura, el genial poeta chileno Pablo Neruda el gobierno de Chile ha decidido volver a  abrir una investigación para determinar las circunstancias de su muerte, que hasta ahora muchos consideran como un misterio.

 

12 días después del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, protagonizado por Augusto Pinochet, falleció el poeta más célebre del país: Pablo Neruda a la edad de 69 años.

Oficialmente, el Premio Nóbel de literatura murió a causa de un cáncer de próstata: una versión del régimen militar que nunca convenció a nadie. Para sus próximos, se ha asesinado a Pablo Neruda para acallar a este ferviente militante comunista. “En Chile como en el resto del mundo, los oponentes a la dictadura de Pinochet estaban persuadidos de que Neruda iba a convertirse en la voz de la disidencia”, explica El Nuevo Herald, cotidiano de la comunidad latino-americana de Miami que precisa que el poeta se disponía  a salir en exilio hacia México.

Más de 40 años después, el gobierno chileno ha anunciado la reapertura de una investigación y la realización de análisis genéticos. “Algunos indicios apuntan hacia la posibilidad de un crimen por envenenamiento”, indico un representante del ministerio del Interior chileno a la prensa.

En abril del 2013, el cadáver del poeta había sido exhumado para análisis toxicológicos pero las muestras después de mucho tiempo tras muerte no habían revelado la presencia de veneno “pero tampoco descartaron esta posibilidad”, preciso el ministerio.

Los análisis genéticos que se van a realizar por un grupo de expertos españoles y chilenos podrían zanjar esta duda.

Señalemos que una inyección, pocas horas antes de su muerte, cuya sustancia sigue hasta ahora desconocida suscita la curiosidad médica. Su fallecimiento acaecido en la misma clínica donde, años más tarde, agentes del régimen del dictador Pinochet habían envenenado al ex presidente Eduardo Freí Montalvo, fue sancionado por un certificado de fallecimiento evocando la muy curiosa desnutrición cuando el “c amarada Neruda” pesaba cerca de 100 kilogramos, dos días antes de su muerte.