Todo el
mundo o casi, sabe que el personaje no es ninguna referencia. Nadie o casi
nadie deben compartir ni sus ideas, ni sus sugerencias ni mucho menos sus dudas
y suposiciones. Sin embargo Jean-Marie Le Pen, el presidente de honor del extra
racista Frente Nacional francés suscita la curiosidad en cuanto al impacto y
las consecuencias de unas ideas peregrinas expresadas a un diario ruso, Komsomolskaïa
Pravda.
¿Qué es
lo que ha dicho el presidente de los xenófobos franceses?
“Los
atentados contra el semanario satírico Charlie Hebdo “llevan la firma de los
servicios secretos”.
No es la
tesis ni oficial ni extra-oficial en Francia.
Le Pen
se ha preguntado, como la inmensa mayoría de los que han seguid este extraño
asunto, en cuanto al “descubrimiento” de la tarjeta de identidad de uno de los
hermanos Kouachi, encontrada en el vehiculo abandonado durante su fuga y que
ayudo a identificar como los autores del criminal acto contra la redacción del
semanario francés.
Tampoco
está permitido salir del “consenso”. Esto se llama teorías conspiracionistas y
es pasiva de recursos judiciales.
Y no es
porque el viejo xenófobo está en contra de los resultados y las consecuencias
islamofobas de los atentados, de los que está encantado por haberlos profesado
y prodigado desde hace lustros, sino simplemente porque cree que se le ha
birlado “ideas” y “convicciones”.
¿A qué
se ha expuesto Le Pen?
El primer
secretario del Partido socialista, Jean-Christopher Cambadélis ha denunciado en
un comunicado lo que considera como “una provocación irrisoria que atenta
contra el honor de Francia”…
¡Toma
ya!...
Por su
parte el presidente del grupo socialista en la Asamblea Bruno Le Roux calificó
la “libertad de expresión” de Le Pen de “insulto a la nación y a los franceses”.
Ahora se
le exigen, excusas “de esta indignidad ante los franceses y sacar todas las
consecuencias”.
El viejo
político francés no ha comprendido nada. La libertad de expresión es para
insultar y calumniar a los extraños no a los propios.
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