Desde los atentados de Paris, la semana pasada, España, como muchos otros países de la Unión Europea ha recibido una serie de recomendaciones en el sentido de acordar una “atención”’ muy particular a los súbditos de los países árabes.
Las
autoridades securitarias en el país vecino afirman que no “privilegian” esta
categoría de población. No obstante, algunas de estas recomendaciones parecen
corroborar lo contrario.
De este
modo, según “20 Minutos” citado por “Yabiladi”, para evitar eventuales actos
terroristas en su suelo la
Dirección nacional de policía española aplica, desde hace
días, estas recomendaciones.
Frente
al terrorismo ninguna medida preventiva es suficiente. Debido a lo cual, las
“estrategias de lucha antiterrorista” no faltan. Tampoco los pretextos: “estas
recomendaciones no constituyen un medio de incriminar a las personas de origen
árabe, sino mas bien tratarlas con respeto durante los controles”, afirma la DNP.
O sea:
que hay o se contempla respeto, pero también se imponen con troles. La primera
de estas recomendaciones insta a “evitar todo tipo de comentario racista o
xenófobo” cuando se dirija a los árabes “interpelados”.
Los
controles ya han comenzado en Andalucía, Cataluña, Madrid, Valencia y los
presidios de Sebta y Melilia.
A nivel
de las fronteras (especialmente con Marruecos, pero también a los otros lados)
los agentes proceden a la minuciosa verificación de los visados de entrada en
los pasaportes para saber “si la persona ha estado en los países en conflicto o
en los países fronterizos con éstos como Irak, Arabia Saudita, Jordania, Turquía,
Siria o el Líbano”.
Hasta
aquí todo es normal y España tiene más que el derecho, el deber y la obligación
de garantizar la seguridad de los españoles y su quietud en su territorio.
Sin
embargo lo que atrae negativamente la atención en estas recomendaciones es el
hecho de que los súbditos de algunos países del Magreb figuran en entredicho.
Efectivamente, la Dirección
nacional de la policía (española) pide acordar “una protección particular a los
individuos de nacionalidad argelina…”, estimando que éstos son mas hostiles en
los controles y provocan mas conflictos que sus vecinos marroquíes, por
ejemplo. Es más: se aconseja en otra recomendación un refuerzo de medidas de
seguridad durante la identificación de los argelinos.
Por otra
parte, los turistas árabes en posesión de importantes cantidades de dinero (mas
de 1 000 euros) serán escrutados más exhaustivamente. Lo que, junto a la
“atención” particular a los turistas árabes que filmaran escenas, o en posesión
de ordenadores, constituye una clara acusación de intención inaceptable en el
derecho internacional.
De hecho,
España ha lanzado ya una operación de vigilancia de sus infraestructuras
criticas (estaciones ferroviarias, aeropuertos, centrales eléctricas, nucleares…)
y ha pedido a la policía verificar, durante los registros, si las personas
concernidas por estas medidas no llevan artefactos explosivos.
No cabe duda:
en España como en el resto de Europa los musulmanes somos culpables hasta
demostrar nuestra inocencia.
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