En muchos órganos de prensa y en foros de debate en Occidente el tema de
más candente actualidad es el Islam y los musulmanes y una marcada tendencia a
desfigurarlo/os. Artículos, debates, reportajes y hasta programas y emisiones
consagradas exclusivamente al Islam con una objetividad que deja mucho por
desear e invitados “prêt a porter”.
Una ofensiva como nunca antes la historia de la civilización haya conocido,
ni siquiera en los tiempos de las Cruzadas, que e tiempos moderno se han
convertidos en “Charlies”.
Océanos de tinta, miles de millones y una diarrea literaria que más parece
(lo siento por la vulgaridad) una masturbación intelectual. Todo para atacar al
Islam hasta la creación de múltiples
redes, generalmente virtuales de ateos…”musulmanes”: Arab Atheists, Je suis fier d'être athée, la Unión de los ateos egipcios
etc.
Una auténtica diarrea
que, a juzgar por sus resultados, no convence a nadie, menos aun vencer a
alguien.
¡Lo que cuesta atacar el Islam!
El propio presidente Al-Sissi afirmó recientemente en una entrevista que “no
tengo nada contra quien afirme que es ateo. Dios nos ha creado con la libertad
de decir no”.
Punto…
Nubecillas de verano porque todo el mundo es conciente: la vertiginosa progresión
de la religión musulmana en todo el mundo preocupa e inquieta a algunos hasta
la locura.
Pero, al otro lado, nadie quiere ni debe defender al Islam. Está lo
suficientemente defendido y la actual progresión va a multiplicarse en, por lo
menos, tres o cuatro. Basta ver como los primeros mandatarios de estos países miembros
de la nueva Cruzada (charlistas) se precipitaron, dando codazos y empujones en
la cola para presentar las condolencias al nuevo rey de Arabia Saudita, Salman
Ibn Abdelaziz por la muerte de su hermanastro el difunto rey Abndelah.
Así las cosas, en el mundo musulmán ni el cristianismo ni el judaísmo ni
ninguna religión ha sido o puede ser objeto de tantas ofensas, tantas injurias
y tantas restricciones de todo orden.
Ante tan feroz e inmoral ofensiva, el mundo musulmán responde con un
silencio revelador y una ilustrativa serenidad y confianza en que todos los
tiros van a salir por la culata.
En efecto, nunca, jamás el Islam ha disfrutado de tan buena salud desde el
comienzo de esta infructuosa ofensiva. En Egipto mismo, país árabe mas poblado
con el 90% de musulmanes trata de vivir a pesar de todas las maniobras
extranjeras en concordia y convivencia pacifica con sus demás religiones,
exactamente como lo exige la religión musulmana.
Se ha tratado, en vano, de insinuar que el Islam es Dae’sh y el resto son
excepciones.
¡Tampoco!
Queda la vía de la razón… la del sentido común… la de que este mundo es lo
suficientemente amplio como para acogernos a todos, sin empujones, sin ofensas
ni descalificaciones.
Lo con erario seria el caos.
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