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A falta de ministros de AE, ministros de justicia Entre Francia y Marruecos: Iniciativa esparadrapo
Lejos de constituir una garantía o, por lo menos, un indicio de un deshielo
en sus relaciones bilaterales, el anuncio del encuentro mañana del ministro
marroquí de justicia, Mostafa Remid con su homologa francesa, Christiane
Taubira… a falta de un encuentro de cancilleres de los dos países presenta
todos y cada uno de los ingredientes de la persistencia de la situación
anterior.
Rabat y Paris no parecen, como lo dan a entender, dispuestos a dar el,
primer paso. La primera no parece querer descuidar su estatuto de país soberano
e independiente. La segunda no desea perder su estatuto de antaño. Las
anunciadas, más de una vez, visitas de los respectivos jefes de diplomacia, de
Francia a Rabat y de Marruecos a Paris no han podido realizarse reflejando el
verdadero estado de las relaciones entre ambos.
Cuando la corriente no pasa entre los ministerios de exteriores,
difícilmente puede pasar entre otros dominios de cooperación o de relaciones en
general. Las relaciones entre Francia y Marruecos son o, por lo menos, deberían
ser estratégicas habida cuenta de los enormes intereses mutuos y un legado al
que nadie puede dar la espalda por el “gusto” de un ministro o dos.
El encuentro del ministro Mostafa Remid con su homologa francesa,
Christiane Taubira conocida, junto a Laurent Fabius de pertenecer a esta
corriente del gobierno francés muy poco interesado en encontrar soluciones
entre Francia y Marruecos.
La cooperación judicial, eso si, está en un punto muerto y no es, ni mucho
menos interés de Francia. Otra cosa seria la valentía política y el sentido común
en asumir plena y debidamente las responsabilidades estatales, primero y en
materia de política exterior luego y que brilla, desgraciadamente por su
ausencia.
Paris no parece perder esperanza de doblegar la firme voluntad soberana de
su socio marroquí y Marruecos no parece dispuesto hacer nuevas concesiones
inherentes de costarle mucho de cara al
futuro de sus relaciones con Francia y con demás países del mundo.
En este sentido de regateo, el ministro francés de exteriores, Laurent
Fabius anuncio el lunes una reunión de los secretarios generales de sus
respectivos ministerios para “tratar de solucionar las cosas”.
¿Qué cosas? Luego ¿Por qué no los propios jefes de diplomacia?
“Lo esencial- dijo Fabius- es tener relaciones amistosas, tranquilas e
incluso afectuosas”.
Es posible… incluso indispensable, él mismo dijo que “Marruecos es un amigo
tradicional de Francia, y Francia tradicional de Marruecos”.
Es lo que, precisamente hace falta: ser amigos y no otra cosa…
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