Después de 13 años con"Al-Qaida" por todas partes: La OTAN se va de Afganistán, dejando a los Talibanes más violentos que nunca


En un  país con una insurrección más violenta que antes, la OTAN en Afganistán (Isaf) se ha despedido de este país después de 13 años de inútiles combates, muy a menudo con víctimas y daños colaterales

 Cérémonie de retrait du drapeau de l'Isaf, à Kaboul.

Paradójica e irónicamente, precisamente por temor a un ataque de los Talibanes (que, aparentemente combatió infructuosamente durante 13 años) la coalición ha tenido que esperar hasta el último instante para comunicar los pormenores de la ceremonia de su retirada.
La OTAN termina “su” guerra… la insurrección continua.
En lo que ha sido interpretado como una pura ironía, el comandante del ISAF, el general americano John Campbelle hablaba de un “balance positivo de la acción militar de la OTAN en este país”. “Juntos ha dicho, hemos elevado a los afganos de las tinieblas y de la desesperación, dándoles la esperanza en el futuro”.
Esta retirada coincide con el bombardeo por “error” de una localidad en el que resultó muerta una familia compuesta de tres miembros. Como esta familia fueron  miles de indefensos civiles masacrados en estos 13 anos en indiscriminadas incursiones de la Alianza Atlántica.
La OTAN se va… quedándose los talibanes, como antes, más fuertes, más violentos y más amenazantes que antes.
De hecho ¿Para qué han servido 13 años de muertos, de destrucción, de masacres de civiles y de bajas (3 485) sin glorias ni penas y de ocupación? El general Campbell sigue soñando con “victorias”: “El camino a recorrer, acaba de declarar,  sigue sendo difícil, pero venceremos”.
Por su , el portavoz de los insurrectos talibanes, Zabihullah Mujahid tiene una opinión diferente: “Los 13 años de misión americana y de la OTAN fueron un fracaso absoluto en Afganistán”. Ante la controvertida “misión cumplida” de la OTAN en Afganistán, El portavoz talibàn se ha permitido incluso el lujo de poner condiciones a toda negociación de paz: “Nunca negociaremos en presencia de tropas de la OTAN en Afganistán”.
130 000 hombres con lo que esto representa como esfuerzo de intendencia, de mantenimiento y de guerra en un país hostil como Afganistán con un dominio casi total de los talibanes  a pesar de los 350 000 hombres de las fuerzas de seguridad afganas, muchos de los cuales con mas que dudosa lealtad al gobierno en Kabul y al mando americano y atlantista, se van con la esperanza de que, desde ahora en adelante, la población civil deje de ser blanco y diana de “incursiones por error”.
Según Naciones Unidas, las victimas civiles han aumentado un 19% en el 2014 con 3 188 muertos hasta finales de noviembre pasado. La policía y el ejército afganos han sufrido por su parte enormes pérdidas con más de 4 600 muertos durante los 10 primeros meses del 2014. O sea más pérdidas que el conjunto de los países contribuyentes de la OTAN desde el 2011.
Además miles de millones de dólares fueron dilapidados en ayuda y gastos en Afganistán por la comunidad “internacional” sin, absolutamente ningún resultado tangible.
Estados Unidos van a continuar proporcionando lo que el Pentágono llama “apoyo aéreo “a los afganos y podría intervenir directamente en caso de avance rápido de los talibanes.
Esperemos que los afganos tengan mejor suerte que sus hermanos sirios e irakíes que ven las fuerzas de la coalición lanzar por paracaídas armas y municiones a los “combatientes” de Daech.

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