En vísperas de la audiencia de
la primera cámara civil del Tribunal de casación que zanjará (lo debió hacer
esta noche) la cuestión, 78 juristas que tomaban la palabra ayer (Lunes 15-12)
en las columnas del diario francés Le Figaro se elevaron contra la legalización
del matrimonio homosexual franco-marroquí.
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La polémica, recuerda “Le360”,
nació hace un año, más exactamente el 9 de noviembre del 2013, con el
matrimonio en Savoi de un francés y de un marroquí que se habían conocido en marzo
del 2011.
Inicialmente previsto para el
14 de septiembre del 2013, el matrimonio de los dos hombres había sido anulado
por una decisión del ministerio fiscal de Chambéry antes de recibir el aval de
la justicia que prescindió de esta prohibición.
Desde entonces, la cuestión es
objeto de debate, tanto más que, a raíz de la promulgación del matrimonio para
todos, Francia había subrayado haber concluido con Marruecos un acuerdo que
especifica que cada ciudadano seria sometido a las leyes en vigor en su país.
Y sobre este punto, precisamente,
subraya “Le360”, que los 78 consignatarios de la tribuna de le Figaro se
apoyan, estimando que “una decisión favorable (del tribunal de casación) constituiría
un atentado contra la soberanía de Marruecos”.
Y ya que nadie en Marruecos ni
en el ministerio de justicia y de las libertades ni fuera de él ha dicho esta
boca es mía, los 78 juristas han decidido defender o pop lo menos, aclarar las cosas a/al reino: “Si
una ley de un país extranjero es contraria a nuestros “valores esenciales”,
explican los juristas, no importa los acuerdos que Francia puede o haya concluido
con este país, el Estado francés debe, antes que nada, velar por el respeto de
nuestro orden imperativo”.
Pero esto en un país donde un
ciudadano no solo tiene derecho de conocer lo que se firma en su nombre y tiene
el derecho de dar su opinión al respecto y no países, donde nadie tiene derecho
de saber lo que se firma en su nombre ni tiene derecho de opinar al respecto.
“La cuestión jurídica que se
plantea, dicen, es fundamental y la opinión publica debe estar informada de los
retos: no se trata de estar por o contra la ley que haya autorizado el matrimonio
entre personas del mismo sexo, porque este es, desde ahora en adelante, el
derecho positivo, sino de saber si esta ley puede ir contra las convenciones
bilaterales de derecho de personas y del estado civil concluidos con otros Estados
que no reconocen este tipo de matrimonio”.
Una palabra (observación) más:
entre pueblos adultos y vacunados y los que no lo son, hay mucho trecho…
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