Lo contaba hoy “LOBS”: El
Frente Nacional francés recibe a hombres que aman a hombres”. Y añade: ¿Y
después? “A esta gente, puntualiza irónicamente, no le interesa el amor. Solo el
odio les hace efecto”.
Totalmente cierto… en Francia
y en Cochabamba.
Conozcamos la historia del FP:
El jueves, se pudo saber que
un ex fundador de Gaylib, un movimiento homosexual de derecha, se unió a
“Marine”. El viernes se ha descubierto en fotografías que el primer lugarteniente
del mencionado movimiento pasa el fin de semana con su amante (otro hombre). Y
el sábado, el siguiente estado de cosas: Desde ahora en adelante en Francia la
gran formación de extrema derecha esta dirigida por una mujer rodeada de un
nutrido séquito de homosexuales declarados o… casi.
Otros tiempos, otras alianzas
y, naturalmente otros modales…políticos y politeístas.
¿Ha evolucionado la extrema
derecha? A todas luces e independientemente de esta dudosa evolución de sus
usos y costumbres sigue tan agarrada a su mas puta continuidad histórica,
porque finge tolerancia donde no la hay. Cambio estratégico y puramente
coyuntural. Los tiempos no son como para rechazar a nuevas adhesiones… de donde
vengan, a condición de que sean blancas, ojos azules. Ahora bien, los gustos
sexuales son, por razones políticas, por ahora “intimidad”, lo esencial es que,
crean firmemente, como el resto de sus nuevos compañeros de la formación xenófoba
que se debe distinguir entre las “verdaderas” religiones, las que tienen “raíces”
francesas y la mala religión que es el Islam.
Es decir que, para la extrema
derecha francesa y occidental en general el problema se ha convertido en bilateral:
ella y el Islam. Para ello es capaz, incluso, como lo acaba de mostrar el FN
francés de postergar algunos “valores morales” de la extrema derecha, en espera
de un consenso anti-islámico.
Al fin y al cabo, al cabo y al
fin, para ella, lo esencial es el odio…y el odio se puede encontrar en mil
partes y de mil maneras.
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