Ayer (martes 16-12) en Bruselas los 28 Estados Miembros
de la Unión Europea
han reiterado en la declaración final que sancionaba los trabajos de su 12
sesión del Consejo de asociación UE-Marruecos su compromiso a largo plazo para
con Marruecos.
El diálogo político y estratégico entre ambos ha podido
ser, efectivamente, reforzado a través de las diversas visitas de alto nivel
que tuvieron lugar durante este ano que esta a punto de acabar.
De modo que Bruselas, estimula a Marruecos a acelerar la
puesta en marcha de la nueva Constitución, reforzando el ritmo de adopción del
conjunto de las leyes orgánicas previstas e instaurando las estructuras y
mecanismos relacionados a éstas, la adopción del plan de acción de la puesta en
marcha del estatuto avanzado para el periodo 2013-2017 que constituye un marco
comúnmente aceptado, que permite coordinar los esfuerzos de la UE para apoyar las
reformas de las acciones fijadas como
prioritarias en Marruecos.
2015 se anuncia, indudablemente, para las, durante los últimos meses, convulsionadas relaciones entre el reino y la UE, prometedor, con ya indicios evidentes de una distensión, inherente de impulsar la cooperación entre ambos y de paso disipar los mal entendimientos (amistosos) nacidos, a menudo, de de terceras interferencias.
En efecto las diversas
visitas, tanto de altos responsables europeos a Marruecos como de destacadas
personalidades marroquíes a Bruselas en el curso de los últimos dos meses han
contribuido enormemente a paliar las divergencias en torno a temas como la
pesca o el volumen de las exportaciones de Marruecos en materia de frutas y
verduras, hacia la UE.
Tanto para los responsables de
la UE como de
Marruecos se trata de una victoria mutua y de
un exitoso retorno a la normalidad entre ambos.
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