Desde los últimos días del mes
de octubre pasado, miles de alemanes se “movilizan “(o los movilizan) contra
lo que los gladiadores de este nuevo brote de xenofobia llaman “islamización y
ocaso (o decline) de Occidente”.
Iniciado en Dresde, el
movimiento se ha ampliado para alcanzar otras ciudades, planteándose más de una
interrogante tanto sobre los organizadores como sus métodos y sobre todo sus “éxitos”
y, de paso, suscitando la inquietud en las esferas dirigentes o por lo menos así
lo fingen aunque también cabe la posibilidad de ver en los próximos otras contra-manifestaciones.
Manifestaciones y lo que podrían
ser contra-manifestaciones es un asunto alemano-alemán. Es decir: un asunto interior. Otra cosa serie
que se profanara la creencia, el credo, las convicciones y los valores
religiosos de 1500 millones de musulmanes en el mundo.
Evidentemente Alemania no es
Occidente aunque si, una parte de él, como Daech no es Islam ni es parte de él.
Como lo señalaría eufórico a “Die
Tageszeitung”, Danilo Starosta “responsable” asociativo en Dresde: “El
movimiento –explicó- ha evolucionado: Eran 350 a finales de octubre, el
pasado día 8, cerca de 10 000. Es una corriente fuerte, de derecha,
profundamente racista que desfila en las calles”.
Eran 350 hace un mes y medio y ya son 10 000 y mañana ¿Cuántos
van a ser?
Antes de responder, porque no
depende exclusivamente de Alemania y de sus gobernantes, sino de la totalidad
de los países árabes y musulmanes (OCI y Liga árabe), señalemos que el Sr. Starosta,
“buen conocedor del terreno” no se ha olvidado de revelar que el vertiginoso
crecimiento del número de los manifestantes se explica fundamentalmente por la “adhesión”
de los militantes neonazis del Partido nacional demócrata de Alemania (NPD) y
de populistas de Alternativa para Alemania (AFD) mas Israel, que desafiando su
pasado, sus holocaustos, sus soluciones finales, y todos los campos de exterminación
nazis se alía con el diablo.
Es su derecho, como seria el
nuestro de marcar una pausa, examinar nuestras posibilidades tanto energéticas,
como humanas, proceder a una serena evaluación de la situación y adoptar una posición
clara y contundente respecto a quien, sino ha causado, ha contribuido,
facilitando la tarea de todos los alérgicos al Islam, a declararlo y ,
eventualmente contagiar a los demás. Me refiero a Daech y sus patrocinadores árabes
y musulmanes y su complicidad con Israel, con Estados Unidos y contra los que
hoy manifiestan en Alemania, mañana en Paris o Madrid con el falso pretexto de
que el Islam es Daech, que algunos de sus creadores y patrocinadores se autoproclaman
defensores del Islam.
¿Cómo?...
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