Durante su último consejo de ministros, el
gobierno de los Emiratos Árabes Unidos ha establecido una nueva lista de lo que
cataloga como terrorista.
Entre otros Daech, Al Qaida y
sus versiones en el Magreb árabe, AQMI y en Nigeria Boko Haram y sobre todo, al
mismo titulo que estas organizaciones consideradas por todos como terroristas,
figura en la lista emirati, la Unión
internacional de los ulemas musulmanes (patrocinada por Qatar) que preside el
predicador egipcio, establecido con esta Unión en Doha (Qatar), Youssef Qardaui
y su vice-presidente, el marroquí Ahmed Raisuni hasta hace poco presidente del
Movimiento Unicidad y reforma, brazo ideológico del Partido marroquí de
Justicia y Desarrollo (PJD que dirige actualmente la coalición gubernamental en
el país).
Evidentemente la decisión de los EAU se enmarca en la encarnizada
batalla llevada a cabo por los países del Golfo contra la cofradía de los
Hermanos Musulmanes y su presidente el jeque Qardaui, acusado de estimular “el
derrocamiento de las monarquías del Golfo” y de sembrar la discordia entre los
propios musulmanes.
A este respecto, los EAU convocaron,
en febrero pasado, al embajador de Qatar en Dubai para protestar contra los
repetidos propósitos sediciosos del predicador Qardaui. Una protesta seguida el
5 de marzo por otra de Arabia Saudita y poco después de Bahrain, desembocando
en una crisis diplomática sin precedentes entre los miembros del Consejo de Cooperación
del Golfo que culmino con la retirada de los tres citados países de sus
embajadores en Doha, medida que no ha encontrado solución hasta ayer durante
una reunión extraordinaria del CCG en Riad.
La “diabelización” de la Unión de los ulemas
musulmanes y sobre todo de su presidente y vice-presidente, este ultimo
conocido por sus sermones incendiarios contra la encomienda de los creyentes
(Imarat al muslimin), su tenaz oposición al nuevo Código de la Familia en Marruecos y sus
conocidas posturas contra la organización de los festivales (que solía
calificar de obra del diablo) promete suscitar una sana polémica, seguida
inevitablemente de un giro de 180 grados en la posición de la Unión respecto a los
conflictos inter-árabes y en el respeto de las políticas de los diferentes
miembros de la Liga
árabe y de la Organización
de la conferencia islámica.
En cuanto al ex predicador del
PJD (marroquí), como lo recuerda hoy el diario marroquí “Akhbar al Yaum” fue objeto en marzo pasado en Marruecos de un
espectacular revés durante el congreso del Movimiento Unicidad y reforma al oponerse
la mayoría de los cuadros del PJD, entre ellos el jefe del partido (y jefe del
gobierno) Abdelilah Benkiran a su recondición al frente de dicho movimiento
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