¿Verdad o simple manipulación mediática?
En ambos casos, la información merece muy especial atención de todos y de cada
uno: el Centro árabe de investigaciones y estudios políticos publicó ayer (miércoles
12-11) en Doha un sondeo realizado ante
5100 árabes y que revela que 11% de ellos tienen una opinión favorable a Daech.
En contrapartida el 85% de los
árabes afirman aborrecer a la
sanguinaria milicia.
¡Insuficiente! 11% es el
horror aunque nadie ignora que el grueso: mas del 70% de los seudo “yihadistas”
de Daech no son árabes: chechenios, bosnios, europeos, americanos, de algunas soviéticas,
pakistaníes, afganos y hasta australianos.
11% es una pesadilla porque aviva
las inquietudes en cuanto a la creciente atracción que representa esta execrable
organización terrorista para este, relativamente elevado porcentaje de la
juventud árabe aunque, por otra parte, es normal y caso lógica, habida cuenta
del apoyo moral y material de algunos Estados de la región y de la inmensa mayoría
de sus autoridades religiosas.
Lo hemos dicho mil veces. No nos
cansemos de repetirlo: el problema es seudo religioso, la solución no puede ser
más que religiosa. No obstante, ante los impresionantes medios con dispone en
las redes sociales y las inconfesadas facilidades op cuando menos, la
indiferencia y complicidad de los dignatarios religiosos en los mundos, árabe e
islámico, el fenómeno y el sondeo puede parecer lógico.
11% no son muchos, pero si
extremadamente inquietante y vergonzoso para los que afirman en este mundo árabe
y sus aliados en Occidente, que luchan contra el terrorismo, la violencia y la exclusión.
Un mes de enigmáticas
incursiones aéreas de una no menos enigmática coalición internacional, las
coordenadas de la función bélica en Ain Al Arab (Kobané) no se han movido o si
lo han hecho fue exclusivamente gracias a los esfuerzos y sacrificios de las
fuerzas locales.
Más evidente aun: el 32% de
los árabes preguntados (tercio de los 5100 preguntados en el sondeo) afirman no
apoyar una lucha contra Daech dirigida por Estados Unidos. Un dato indicativo,
habida cuenta del pasado no menos sanguinario en la región de Estados Unidos.
Otros datos serian las políticas
sociales, la exclusión, la discriminación política y otra, la desigualada de
oportunidades, el favoritismo… en una palabra: la mala gobernancia y la servidumbre
de la mayoría de los gobernantes árabes y musulmanes a un occidente que obra incansablemente
para acabar con sus valores morales y espirituales, sus usos y costumbres y su
forma de ser y manera de actuar.
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