En Marruecos uno de los
grandes debates entre los profesionales del sector y actores asociativos que acapara
todas las atenciones es la reforma de la justicia. El ministerio fiscal, según “Le360”,
enfoca buena parte de los intercambios entre los que están por una total independencia
de la justicia en el país y otros que prefieren que siga dependiendo del
ministerio de tutela.
La pregunta hoy por hoy es: ¿Debemos
sustraer el ministerio fiscal (la autoridad judicial, inherente de instruir los
juicios y definir las acusaciones) a la tutela del ministerio de justicia. Es decir:
la autoridad que representa al gobierno?
Y a esta pregunta ha querido
responder una jornada de estudios celebrada recientemente en la ciudad de Oujda
con la participación del secretario general del Consejo nacional de derechos
humanos (CNDH), Mohamed Sebbar, quien revelo que el consejo que preside había
formulado muchas pistas de reforma para una mayor independencia del ministerio
fiscal en relación al ministerio de Justicia.
Se trata, entre otras, de dar
el poder de decisión en esta materia al procurador general ante el tribunal de casación.
Una enmienda en este sentido, según el diario marroquí “Akhbar al Yaum”,
citando a Sebbar, rompería con todas las formas de interferencias en los
asuntos llevados ante la justicia marroquí.
De hecho Mohamed Sebbar,
abogado de profesión y de formación, aboga por una independencia del ministerio
fiscal en relación al ministerio de Justicia, sin negar a esta autoridad
gubernamental, el poder de informar al ministerio fiscal, cada vez que lo
estime necesario, a con dicción de que esto sea objeto de un informe presentado
al Parlamento.
La reforma de la justicia fue,
desde la investidura del gobierno Benkiran, ha sido una de las prioridades del
Ejecutivo.
Mostaza Remid, titular de
Justicia y de las libertades ha desplegado, con la solicitud real, enormes
esfuerzos en este sentido, pero cuando se trata de grandes reformas, como es
natural chocan con grandes polos de resistencia: Los magistrados antes que
nadie, pero también todos los demás componentes de las profesiones judiciales: escribanos,
adules, comisarios judiciales etc.
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