Como damos
cuenta en el articulo anterior, el ministerio español de Defensa ha anunciado
que va a desclasificar 10 000 documentos, hasta ahora mantenidos en
secreto.
Hace años,
desclasificamos, a nuestra manera, uno de estos documentos que nunca ha sido
publicado. Le damos el titulo de “El día en que los sahrauies fueron consultados”.
Estimamos que
vale la pena volver a publicarlo
SAHARA OCCIDENTAL MARROQUI:
EL DIA EN QUE LOS SAHARAUIES FUERON CONSULTADOS
Desde la firma del Acuerdo
Tripartita de Madrid, el 14 de noviembre de 1975 entre los gobiernos de España,
Marruecos y Mauritania, cuyo texto fue transmitido al Secretario General de
Naciones Unidas, el 18 de noviembre de 1975, entre las muy pocas constantes
comunes en materia de política exterior de los diversos actores políticos
españoles figura lo que podríamos calificar de consenso bajo forma de geometría
fluida en torno a la cuestión del Sahara Occidental.
En efecto, con o sin pedagogía
alguna y con la misma e inconcebible inconciencia dialéctica, con sus sueños
inciertos, unos, en días siguientes electorales otros, con exhibiciones de una
marroquí fobia primaria, izquierda y derecha y demás fuerzas políticas o
simplemente “cantamañas” españolas prefieren aferrarse al estado vegetativo de
la solución-crucigrama de este territorio antiguamente colonizado por su país.
Al unísono, esmaltando la verdad,
no por modestia, sino por miedo a desagradar a su electorado progresista y
demócrata y cualquiera que fuese la invitación a la reflexión sobre el tema, la
exclamación pierde color político, constancia del pretexto histórico e incluso
la lógica de proceder a la biopsia de un momento y de un destino de quien se
había colonizado.
El complejo bajo forma de
“legitimo” argumento para la legalidad internacional es:
¡El pueblo saharaui nunca ha sido
consultado! O más ilógico todavía: territorio no autónomo. ¿Lo es Canarias,
Ceuta o Melilla? Pero estas aportan muy poco.
¿El pueblo saharaui no ha sido
consultado por quién?
Evidentemente la referencia
implícita debe ser a la ex potencia colonial y a través de ella a Marruecos.
Así que… pese a sus 32 años,
debido a la voluntad deliberadamente acrobática de casi la totalidad de esta
clase política o “intelectual” (que, cuando se trata del Sahara en vez de
buscar posibles soluciones a los problemas, busca problemas a soluciones
existentes), por ser de una intransitiva facilidad, el problema del Sahara
sigue a pesar de su, cada vez menos soportable dimensión dramática, con su
mortal frescura.
Los más intelectuales ( o más
demócratas o izquierdistas) reprochan al Acuerdo Tripartita de Madrid,
auspiciado por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el haber sido
concebido, negociado y firmado por dos regímenes dictatoriales: de Franco y de
Hassan II.
No obstante, en esta dialéctica
grosera se olvidan que la independencia del norte de Marruecos en 1956 fue
negociada, aprobada y firmada por los mismos regímenes, bajo los auspicios de
los mismos primeros mandatarios. Lo que lógicamente confiere el resbaladizo
derecho de preguntarse: ¿ Debemos considerar esta ineptitud “ democrática” como
una invitación a una revisión del pacto de independencia de Marruecos, procediendo
a una re-colonización del norte, objeto de este pacto entre los dos mismos “
dictadores” en espera de un poco más de democracia en Marruecos ?.
Extraña austeridad imaginativa.
De cantinela a cantinela. De la monótona “la provincia de Ifni-Sahara es parte
integrante de España” a la insistente “el pueblo saharaui no fue consultado”.
Un dilema ético porque, entre
otras indeficiencias humanitarias, esta airada postura de despecho por la
“arrogancia” en la concepción, mantiene a miles de “refugiados” o “secuestrados”
en Tinduf, más que vivos, atados a la vida.
Conscientes de su modesta
ecuación histórico-estratégica, unos y otros hacen lo posible para que el
argumento se mantenga eternamente adolescente, encarnando de esta manera con
ardor, un atavismo geopolítico gratuito.
Obviamente, hablar sin pruebas es
difamación o cuando más, moralismo intempestivo.
El tercer artículo de la
resolución de la
Asamblea General de la
ONU sobre el dictamen el 16 de octubre de 1975 de la Corte Internacional
de Justicia de la Haya
a la que recurrió Marruecos para una opinión consultiva sobre su diferendo con
España sobre el Sahara dice:
La Asamblea General de la ONU insta a los signatarios
del Acuerdo de Madrid (España, Marruecos y Mauritania) a velar por el respeto
de la opinión de las poblaciones sahrauíes, libremente expresada.
¿Fue respetada esta recomendación
del organismo mundial?
Entre las fuerzas políticas
españolas y a través de ellas amplios sectores de la sociedad civil,
difícilmente se puede encontrar quien respondiera afirmativamente.
Sin embargo, la evidencia
histórica al respecto censura toda duda.
El documento que vamos a revelar
por primera vez en estos largos y tumultuosos 33 años de tira y afloja en lo
que se da por llamar el expediente del Sahara, permite cabal y fehacientemente
responder afirmativamente.
Este es el relato de una realidad
inexplicablemente momificada. Una realidad que muchos en España, conciente o
inconcientemente han preferido-prefieren mantener anestesiada:
Un paso hacia atrás para poder
enmarcar el acontecimiento en su verdadero contexto histórico-jurídico:
El 31 de enero de 1971, en su
calidad de potencia colonial, España organizó elecciones en el Sahara para formar una Cámara de Representantes
de las poblaciones del territorio a la que dio el muy indígena aunque subjetivo
nombre de Jamaa.
El 24 de febrero de 1971 el
entonces ministro español de Asuntos Exteriores, López Bravo declaraba en Túnez
que “la fecha del referéndum en el Sahara era una cuestión que incumbía única y
exclusivamente a la Jamaa
saharaui”.
Al día siguiente de esta
declaración, la prensa de la época: El Pueblo, de Emilio Romero, Informaciones
de Jesús de la Serna,
“Ya”, El Alcázar o Arriba, entre otros, se preguntaban en sus editoriales “por
qué una consulta si los representantes legítimos de todos los sahrauíes
proclamaron su voluntad de seguir con España, de la que nunca se separaron”.
Desde entonces el gobierno
español de la época exploró todas las vías y recurrió a todos los golpes bajos
para contrarrestar las legítimas reivindicaciones de Marruecos.
1974: Se comenzaba a oler
fosfatos. El nombre de Bucraa fortalecía la irrealidad entre las posturas de
Marruecos y España respecto a la descolonización del Sahara.
Saliendo al paso de las
decisiones tomadas unilateralmente por Madrid en torno al futuro del
territorio, el difunto rey Hassan II envió, el 5 de julio del mismo año un
mensaje al general Francisco Franco en el que le advertía contra “las
consecuencias de las iniciativas de su país en el Sahara”.
Desde enero de 1975 el Jefe de
Estado español comenzó a mostrar una inquietante indiferencia para con algunas
“prioridades” en la política exterior de España. En su entorno, nadie se
atrevía a resolver la ecuación de las enormes riquezas descubiertas o por
descubrir en el Sahara y la inevitable descolonización del territorio. Naciones
Unidas presionaba y a la cúpula dirigente española le faltaban visiblemente
tiempo e…ideas.
En El Pardo una sólo persona
poseía, lo que creía ser la llave de la solución: Carro Martínez, ministro de
presidencia, encargado de los asuntos del Sahara.
El 11 ( o 15) de marzo de 1975,
el Jefe de Estado español, Francisco Franco con los primeros indicios de la
enfermedad que le iba a ser meses después fatal, acompañado por el propio Carro
Martínez ( el mismo que se trasladó y negoció en noviembre a/en Agadir en plena
Marcha Verde, donde se encontraba el rey Hassan II, el “ futuro” del Sahara ),
el general Eduardo Blanco, Director General de la Seguridad Nacional
y Director de Asuntos del Sahara, El Sr. Mira, traductor del árabe del Gobierno
general del Sahara ( estudió en Tetuán ) y el Comandante José Crespo, Director
Adjunto de los Servicios de Información del gobierno español con sede en Layun,
convocó “ a consultas” a una delegación de los representantes “legítima y democráticamente
elegidos por las poblaciones sahrauíes” ( la lógica de la entonces potencia
colonial), cuyos miembros eran a la vez, diputados en las Cortes Españolas y en
la Jamaa
constituida cuatro años antes.
Se trataba de:
Haj Jatri Ould Sidi said Joummani, Presidente de la Jamaa y jeque de la tribu de
R’Guibat, facción Labuihat.
Suilem Ould Ahmed Brahim, alcalde de Dajla (entonces Villa Cisneros) de la
tribu de Ould Dlim, fracción Tagadi.
Jouly Ould nan, encargado del programa Juvenil en el Sahara de la tribu
R’Guibat, fracción Souaad.
Ahmed el Bachir, tercer vice-presidente de la Jamaa en representación de
la tribu Izarguíen, fracción Chtouka
Saila Olud Aabidy, presidente del Cabildo de Layun, representando a la
tribu Rguibat, fracción Oulad Chikhe.
Baba Ould Hassana, segundo vice-presidente de la de la tribu Oulad Dlim,
fracción Oulad Baamar. Su abuelo paterno, fue nombrado por Dahir (decreto real
) del Sultàn Mulay El Hassan Primero en tanto que jefe de la tribu de Oulad
Dlim.
Y por último Dr. Brahim Hussein Mussa, jefe de sanidad (médico-jefe) de la
provincia de Uadi Adahab o Rio de Oro, bajo administración española.
De hecho todas estas
personalidades fallecieron a excepción de Jouly Oulad Nan, quien, en una edad
muy avanzada, vive actualmente en Mauritania y el médico-traductor de la
delegación, el Dr. Brahim Mussa, actualmente Embajador de Marruecos en Caracas
(Venezuela).
Tras la lectura por el Dr. Brahim
Musa, del discurso preparado con esta ocasión, el general Franco reveló a la
delegación de la Jamaa
saharaui la, según los servicios de información del gobierno español en Layún,
“probable invasión del territorio por tropas y civiles marroquíes”. Dichos
servicios se basaban en la instalación a partir de febrero de 1975 en la cercana
Tarfaya por Marruecos de una estación de radio regional llamada “ Voz de la Liberación y de la Unidad”, de algunas
actividades en el “ Crushe” o Cruce punto fronterizo con el ex Sahara español
del Ejército de Liberación e Unidad, dirigido, según los servicios secretos de
la potencia colonial, desde Tarfaya y Tah por oficiales de las Fuerzas Armadas
Reales y de la
Gendarmería Real y sobre todo a algunas acciones armadas de
un Frente Popular para la
Liberación de Sakiat Al hamra y Rio de Oro ( Polisario, en
cuyas siglas Sakiat se quedó en árabe mientras que el intruso Río de Oro se
incrustó para siempre en español ). El informe de los servicios de información
del gobierno español en Layún expresaba “ una justificada sospecha respecto a
los máximos dirigentes de dicho frente, más exactamente al principal fundadador
del frente, Mohamed Uali, un nostálgico guevarista, fallecido, según algunas
fuentes, asesinado por los servicios de inteligencia argelinas por no estar muy
entusiasmado con la idea separatista, en la batalla de Nouakchut y su cerebro
gris, Omar Admi ( alias Hadrami actualmente gobernador de Kalaat Asraghna en
Marruecos de la que es también originario el responsable militar del frente y
tercer elemento de la trilogía histórica del Polisario, Brahim Ghali) de obrar
a sueldo de Marruecos.
Dando prueba de un proverbial
discernimiento entre lo real y lo ficticio, dirigiéndose con una voz grave pero
temblada al presidente de la delegación, Haj Jatri Ould Sidi Said Jumani, en su
calidad de presidente de la única instancia representativa de todos los
habitantes del territorio ( el entonces Partido de la Unión Nacional
Sahrauí, PUNS dirigido por el actual Presidente del Consejo Real Consultivo
para Asuntos del Sahara, CORCAS, Ikhalihanna Ould R’chid no representaba al
conjunto de los sahrauíes) el Jefe de Estado español le preguntó:
-Sr. Presidente, a los mandos del
ejército español en el Sahara les gustaría saber si, en caso de producirse
esta, hasta ahora, supuesta agresión marroquí contra su territorio, podría
contar con su cooperación activa junto a nuestras tropas para rechazar la
agresión marroquí.
-No general, respondió sin
vacilar el Haj Jatri Ould Said Jumani. Los sahrauíes – prosiguió firmemente- no
solemos disparar contra nuestros hermanos y los marroquíes, como Su Excelencia
sabe, lo son.
-¿Quiere decir que no podemos
contar con Ustedes si las cosas llegan hasta este extremo?
Exactamente general
-Esta audiencia ha terminado,
salmodió el general Franco.
O lo que es igual: esta consulta ha
terminado.
La prensa antes citada, en su
abrumadora mayoría oficial u oficiosa, tenía razón:
La Jamaa, único órgano legislativo con
prerrogativas de pronunciarse “legítimamente” en nombre de las poblaciones que
“representaba” lo dijo en voz alta y en mayúscula. Es más: lo dijo al Jefe de
Estado quien adivinando el comienzo de un desenlace fatal, optó, supersticioso
como era, por la tranquilidad de su conciencia respecto a su pueblo, para con
los que colonizaba y por la instauración de una verdad y de un derecho, durante
lustros desesperadamente tergiversados, por escuchar, de las bocas de los
propios interesados por el destino del Sahara, su opinión consultiva y su
concepción del futuro de su territorio.
O sea: que, contrariamente a las
alegaciones de muchos en España y fuera de ella, los sahrauíes fueron atinada y
debidamente consultados por la potencia ocupante sobre su futuro. Una consulta
del Jefe de Estado de esta potencia ocupante a los entonces únicos y legítimos
representantes de los ocupados: los diputados de la Jamaa o Cámara de
Representantes saharaui.
Más tarde surgirán alucinaciones
de un Marcelino Oreja, ex ministro español de Asuntos Exteriores e inventor de
la diferencia entre la soberanía y la administración, ignorando deliberadamente
la resolución de la
Asamblea General de Naciones Unidas que sancionaba su periodo
de sesiones de 1965 exhortando al gobierno español “ en su calidad de potencia
administradora, a tomar urgentemente las disposiciones pertinentes con vistas a
descolonizar los territorios del Sahara español y Sidi Ifni, invitando al
gobierno español a iniciar negociaciones en torno a la cuestión de soberanía de
esos territorios”.
Soberanía, precisaba la
resolución del organismo mundial, no administración…como pretendía el ex jefe
de la diplomacia del país vecino.
Con Marruecos y con nadie más.
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