A causa « en parte » de discrepancias sobre la estrategia contra el llamado “Estado islámico”: Dimite el secretario para la defensa Chuk Hagel



Durante una intervención común con el presidente Barack Obama, el secretario para la defensa estadounidense Chuk Hagel, 68 años debe anunciar su dimisión hoy.

El “New York Times” avanza que este portazo se debe « en parte » a divergencias sobre la estrategia que se debe adoptar contra Daech en Irak y Siria.

 

Habrá que esperar ahora que el senado confirme a su substituto o substituta porque se baraja en Washington el nombre de Michelle Flournoy, ex subsecretaria para la defensa además del senador demócrata de Rhode Island y ex miembro de una unidad de élite de paracaidistas y de Ashton Carter, antiguo secretario adjunto en la Defensa.

Veterano de Vietnam (como llaman en Estados Unidos a los ex combatientes en aquella guerra sucia), Check Hagel, único republicano del gabinete Obama, dimite a raíz del castigo electoral de media-legislatura el pasado dia 4 que da a los republicanos el Congreso.

Pero esta no debe ser la razón. El motivo de una dimisión en Estados Unidos, aunque nunca se explica lo suficiente, casi siempre se debe a motivos absolutamente imperativos, más aun si se trata del secretario de Estado o para la defensa. El de hoy de Hagel no es excepción. Eso si, se puede barajar una serie de hipótesis, entre ellas, quizás la más verosímil Oriente Medio, con especial énfasis en la lucha antiterrorista actualmente en curso.

Probablemente… el Próximo Oriente esta lejos de ser lo que planeaba Estados Unidos con la colaboración de algunas potencias regionales. Nunca había sido tan lejos de la concepción, geoestratégica, laboriosamente elaborada durante lustros. Eso si, con la ayuda de “los diferentes grupos terroristas se ha logrado “distraer” a los países árabes, especialmente a Egipto, dejando a Israel una margen de maniobra con la que nunca ha soñado en toda su agitada historia desde su imposición en esta sensible parte del mundo.

No obstante, no seria exagerado ni metafórico afirmar que todo lo que se ha preparado pacientemente durante años está pareciendo, cada vez más, a un castillo de naipes. Y el gran problema es que ni se puede dar marcha atrás ni se debe proseguir en el mismo sendero.

 ¿Qué hacer? That is the cuestion, como diría Shackespear. A lo que hubiera respondido el legendario detective británico, Charlek Holms. “Elemental querido… Obama”.

Por otra parte las negociaciones con Irán en Viena que acaban de concluir han sido de nuevo prolongadas y, desde ahora en adelante va a ser complicado llegar a un acuerdo que satisfaga a los parlamentarios americanos.

El propio Obama lo dijo: “Chuk Hagel ha sido confrontado a un intenso periodo de transición, marcado por la retirada (de soldados americanos) de Afganistán, además de difíciles opciones presupuestarias”.

Puede ser, pero lo cierto hoy por hoy es que parece que la segunda mitad de la legislatura de Obama va a ser infinitamente más difícil, más complicada y más incierta que la primera.

Los marineros dicen que cuando las ratas suben, es porque el barco esta a punto de hundirse.

Más que una dimisión, la de Chuk Hagel es un fin de época y comienzo de otra.

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