"Yamna o Memoria Intima" de Said Jedidi. Hoy: Memoria Intima. Ultimo episodio



               « En el Día del Juicio Final pesará la tinta de los sabios y la sangre de los mártires. No habrá ninguna diferencia entre ambas »
                                                                                                                 Profeta Muhammad (SA

                         
                 MEMORIA ÌNTIMA  






En las tardes crepusculares de Jamaa L’Fnaa,[1] pocos comprenden pero casi todos aprenden.… o por lo menos admiran el sentido obligatorio y místico de Ba Dris  y su manera de hacer preguntas sin esperar nunca las respuestas, pasando, con la velocidad de la luz, de la sàtira a la crónica.
           -        Los obreros de hoy o los que tienen la tremenda suerte de tener un trabajo…
             Era alérgico a las frases concluidas pero las repentinas sonrisas que flotaban en sus labios invitaban a la simetría y la conformidad.
 -      «  Si alguien se siente oprimido, como si le pusiesen una bota en la cara. En primera instancia dirà que se la quiten, que no es justo. En segunda instancia apelarà a recursos como pedir en el nombre de sus hijos o de sus padres. Y en tercera instancia, existe la posibilidad que lo haga en el nombre de Dios… »
 -        Esto se llama apologiίa del terrorismo fundamentalista
 -      « … Allί se comenzaràn a interpolar aspectos que originalmente tenίan que ver con una situación polίtica o de injusticia y se identificaràn de pleno con el plano religioso », prosiguiό Ba Dris, indiferente a la indignación de algunos
             No obstante, la naturaleza no era la única en perturbar el interés de la improvisada asistencia. La fluidez del orador y la seguridad de su tortuga tenían algo de vernàculo… algo así como una apología de la terapia.
             El hombre hablaba con enigmas, a veces crueles, otras lúcidos. Estaba siempre muy cerca de la gente… infinitamente lejos de su realidad.
             -       Hablar de guerra preventiva es sinόnimo de «  guerra por las dudas », lo que equivale a «  matar por las dudas », un principio contrapuesto a toda norma moral o ética[2]
             Eludía con elegancia las certezas de sus habituales espectadores extranjeros, entre los cuales muchos españoles, aferrados a la comodidad del misterio, pero sin renunciar a su curiosidad turística.       En su Hilka,[3]de notoridad pública dentro y fuera de Marraquech, nadie tenía el derecho de reflexionar.   En sus, casi siempre, insolentes monólogos, sólo él tenía el derecho de imponerse como una evidencia.
              Con un vocabulario, a menudo obsceno, contaba magistralmente su hipocresía y la de la sociedad donde no soportó vivir y creaba un clima festivo e idealista pero enigmàticamente indescifrable e inperceptible. Su telepatía moldeaba, trituraba e incluso esculpía las impericias de las poco coherentes historias que contaba con entusiasmo y devoción.
               « Un maestro que respiraba el pensamiento… » Calificaban en el sentido màs noble del término algunos de los habituales de su «  cónclave ».
             -      Se llamaba Yamna, contaba dirigiendo su pulgar a una vieja tortuga
            La cogía entre sus brazos, le decía algo, la acariciaba con amor y veneración, la volvía a colocar con esmero en el suelo y proseguía con una enigmàtica  sonrisa su incongruente relato-oración.
              -      …su testamento contenía sólo una humilde confesión de su derrota y que en sus dudas y certezas de nada le valió su ternura impenitente
             La tortuga recorría el círculo humano con delicadeza y gracia.
            -        Vivía, trabajaba y no cobraba.
            Larga carcajada de los que seguían la « biografía » de la tortuga 
            -        …como es natural en nuestro querido país
                  De nuevo otra carcajada
               -         Su historia es verdadera pero olvidada y lo que es peor : difícil a transmitir
                  Concentrado, con los ojos cerrados y las manos hacia el cielo, contaba en desorden pero con humor e ironía mientras que la tortuga contagiaba a la hechizada asistencia su inagotable melancolía, trasladàndose lenta y prudentemente, casi resbalàndose, como en un tejado nevado de un lado a otro. No importaba la lengua de los demàs. La permeabilidad era absoluta y los gestos y gesticulaciones ilustratraban una fecunda y excepcional facilidad de convicción.
                 Hablaba y volvía a hablar, enmendando los desaciertos y tejiendo, con cada una de sus frases, la inmensidad de los posibles, las esperanzas y las decepciones de la tortuga «  cuando era un pobre ser humano ».
                  Con su larga tónica verde, su turbante multicolor y sus sandalías color marrón tostadas por el sol de Marraquech, el hombre tenía el aspecto de un profeta descarriado.
                   A pesar de su obstinado esfuerzo, acompañado inlcuso por algunas làgrimas teatrales, efecto del sonambulismo a causa del exceso de kife fumado, para explicar la desventura de su tortuga, su historia y su mensaje sólo suscitaban risa y mofa.
            -       La pobre tortuga respira difícilmente ¡ Ay, qué pena ! Dijo alguien en un acento andaluz
               -     Oh, mon Dieu ! Elle a vomit du lait[4]
                 La voz de una turista japonesa, escandalosamente alarmada sonó en el cielo de loza de la legendaria plaza : «  Seppuku…seppuku[5] »                                                     
                 La tortuga acariciaba en un rincón de la Hilka una vieja espada olvidada «  por un kamikaze » salido directamente de la fertíl imaginación de Ba Dris.
              -     Señoras y señores sólo se puede morir una sola vez.                                 
                  La voz ronca e irreconciliable de Ba Dris anunció el fin del mantillo de un relato ecuménico que todos escucharon atentamente pero nadie comprendió.
              -     Era doméstica en la casa de un santo y el último día de un verano tetuaní, a causa de una incompatibilidad consumada, decidió abandonar la ambigüa herencia familiar, permanecer en el universo que le interesaba y un dίa nadie sabe quién le contó la historia  del pozo[6]..
              Marcó una nueva pausa seguida de una rabiosa tos ferina y prosiguió laboriosamente su desordenado relato:
      -     … Yamna pasό el resto de sus dίas como ser humano recordando que el mundo entero es un espejo.
                     De nuevo otra salva de tos y de nuevo un esfuerzo sobrenatural para concluir su relato.
                 -      … Alguien le contó que el sol se ocultaba y era tiempo de oración del ocaso. Un hombre se acercó a un pozo como lo llevaba haciendo desde hacίa mucho tiempo. Arrojό el balde y cuando recogió lo encontrό lleno de rubíes. Se sonriό y volvió a arrojar. La segunda vez que lo recogiό, el recipiente desbordaba de perlas. El hombre esbozó unas palabras recordando a Dios y volviό a tirar el balde dentro del pozo. Esta vez el balde estaba lleno de brillantes. Con una sonrisa piadosa el hombre se dirigió al cielo y dijo: ¡Oh Mi Señor!, me ofreces tesoros, yo sόlo quiero agua para hacer mis abluciones y asi poder disfrutar de mi tesoro, que no es otro que adorarte.
         Otra sinfonía de tos y otro esfuerzo para llegar al final de su convulsionada historia.
          -         …. Desde entonces Yamna  bla…bla…bla
                    Cuentan los marraqchies que la conmovedora historia de la tortuga de Ba Dris dió lugar a una tortugalamia
                                                 
                                        
                                                       FIN
 



[1]  Plaza del Dia del Juicio, famosa plaza de Marraquech declarada por la UNESCO Patrimonio Universal
[2] «  El Islam, Oriente y Occidente » ( Centro Islàmico de la República de la Argentina)
[3] Círculo humano en torno a un orador ( lo que Juan Goytisolo atina al llamar cultura de transmisión oral )
[4]  Dios mío ha vomitado leche ( en francés)
[5]  Eventración en japonés ( suicidio por el honor)
[6]  Farid Eddine Attar «  El memorial de los santos »  ( Misticismo e Islam- Colecciόn «  Cultura Islàmica » - Centro Islàmico de la República Argentina )
 

 

Comentarios