Tres años después de las
primeras elecciones libres de octubre del 2011, el escrutinio hoy en Túnez debe
designar quien, entre el partido de Ennahda y la reagrupación secular “Nida’a
Tunes » dirigirá lo que, algunos países occidentales como Francia llama “la
democracia árabe más avanzada, en el curso de los próximos cinco años. El
primer ministro, primer mandatario efectivo, según la nueva Carta Magna del país,
será designado de la formación política ganadora de los comicios.
La primera posición se juega,
pues, entre los dos antes citados partidos, que, dicho sea de paso, ninguno de
los cuales podrá reunir la mayoría de los 109 diputados sobre los 217. Lo que
se llama en democracia una cámara ingobernable y lo que exigiría recurrir a
alianzas, inherentes de mermar la verdadera dimensión del ejercicio del poder
del ganador y la poca posibilidad de la aplicación de su programa electoral y
de paso, complicar todavía mas las presidenciales del 23 de noviembre próximo.
De hecho la euforia de la
llamada “primavera árabe” que conducido a la victoria islamista ya no es mas
que un recuerdo remoto. Las experiencias de los vecinos egipcio y libio han
fracasado. En Túnez misma la crisis económica y el paro de masa hacen pasar los
grandes ideales después de la satisfacción de las necesidades elementales.
La abstención se sumara a las
defecciones –solo 5 200 000 están inscritos (hasta el comienzo del
escrutinio) en el cuerpo electoral que se estima comprendido entre 7 y 8
millones- y a todas luces un tunecino sobre dos, en edad de votar, se trasladará
hoy a las urnas para participar en las primeras elecciones legislativas libres
de su país. De tal manera que no se debe descartar una tasa del 50% de abstención,
registrada ya durante la elección de la Constituyente, el 23
de octubre del 2011.
Con parecida tasa de abstención
difícilmente se podrá hablar de un ejemplo democrático.
En todo caso, todas las
noticias procedentes de Túnez hablan esta mañana (domingo 26 de octubre) de una
masiva afluencia a las casillas de voto desde su apertura esta mañana.
El panorama electoral se
presenta pues de manera casi precisa: Ennahda que se había adjudicado los
comicios del 2011 con un clarísimo 37%, gracias a una serie de factores
coyunturales que han desaparecido, por un lado, ha decepcionado y por presión
popular abandono el gobierno en enero del 2014 y la aparición de Nida’a Tunes
que ha modificado literalmente la función electoral, por otro.
Las legislativas de hoy a la
proporcional, con listas en las que reina una estricta paridad hombre-mujer, se
celebran un mes antes de la primera vuelta de las presidenciales, el 23 de
noviembre próximo.
Colocando las legislativas
antes de las presidenciales, Ennahda ha favorecido la desunión de sus adversarios,
con la esperanza de seguir siendo la primera
fuerza parlamentaria en el país.
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