Marruecos y el aplazamiento de la Copa de África a causa del Ebola Los hay que pescan en aguas turbias
El jefe de la diplomacia marroquí lo dijo a su manera, refiriéndose a
Francia y a Argelia: “no han apreciado,
según él, el fuerte retorno de Marruecos a la escena africana y al progreso que
realiza en todos los dominios”.
En efecto, la nueva dimensión
africana de Marruecos no parece agradar a muchos y en política como en gastronomía,
no agradar significa combatir.
La pregunta es pues: ¿Además
de criticar, cuales son las medidas que Marruecos ha tomado para acompañar
algunas posturas que, por un lado son impopulares (en África) y van a ser “condenadamente”
aprovechadas y tergiversadas por Argelia (y quizás también por Francia) e
indispensables e incluso justificadas, por otro?
Las relaciones con el resto
del continente africano son importantes… muy importantes incluso y el
impresionante “come back” protagonizado por el rey Mohamed VI ha sido/es, a la
vez, espectacular y, habida cuenta de la naturaleza de las relaciones del Reino
con Argelia y otros países, arriesgado.
Para no citar mas que lo más
reciente: en un momento en que el virus de Ebola ha causado más de 4 000 muertes
en África del Oeste y tomando en consideración las recomendaciones de la Organización Mundial
de la salud (OMS) y de diversos expertos médicos nacionales e internacionales,
Marruecos acaba de pedir oficialmente el aplazamiento de la Copa de África.
Por las mismas razones, la CAF había prohibido desde
agosto pasado, los partidos en Guinea, Liberia y Sierra Leone, países más
afectados por la epidemia.
Desde entonces la sitiaron ha
tomado un dimensión absolutamente dramática, con la que se debe
imperativamente, por el bien propio y extraño, aplicar todos y cada uno de los
principios de precaución.
Es justo. Legítimo y hasta
clarividente.
No obstante, no se debe
esperar que nuestros vecinos argelinos se quedaran con los brazos cruzados ante
tan “inesperada” ocasión para atacar a Marruecos y sus “pretensiones”
africanas.
De donde no basta con
desenmascarar, denunciar, y criticar, sino se debe elaborar una estrategia de comunicación
con vistas a explicar de la manera más simple, pero más explicita, las razones,
las motivaciones y el enorme daño sobre todos los planos que podría causar la celebración
en las actuales circunstancias médicas y patológicas una competición continental.
“Se puede elegir muchas cosas…
muchas menos la vecindad”, decía el difunto rey Hassan II y Marruecos no puede presumir
de tener un buen vecino o por lo menos leal en Argelia.
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