Konabé entre Turquía y Estados Unidos La otra cara del iceberg…




Incapaz de frenar la progresión (que es un aforismo porque se debería desmesuradamente ingenuo para creerlo realmente) del llamado « Estado islámico » en Siria, Estados Unidos ponen en tela de juicio a Turquía.
 Le président turc Recep Tayyip Erdogan au Parlement lors d'un débat à propos d'une éventuelle intervention turque en Syrie - AFP/Adem Altan
Washington reprocha a Ankara no hacer nada para evitar una catástrofe humanitaria muy cerca de su frontera, lo que ha sido apoyado por, por lo menos parte de la prensa norteamericana.
De esta forma en su editorial del pasado día 8 The New York Times hablaba de lo que llamaba “juego peligroso de Erdogan”, cuestionando incluso “los cálculos políticos cínicos del presiden te turco y su comportamiento “no realmente digno de un aliado de la OTAN”
Siria fobia: The Washington Post acusa a Turquía no enviar tropas al suelo e, incluso, impide a los voluntarios kurdos de pasar la frontera, mientras que los refugiados de Kobané “no se sienten bienvenidos en Turquía”.
A cada cual sus intereses sus cálculos, unos más cínicos que otros, todos inmorales: el EI sirve para todos y para cada uno. Ankara le deja “ocuparse” de los kurdos, mientras que a Estados Unidos le sirve, como nunca, para mancillar la imagen del Islam y para crear conflictos de orden ritual y dogmático, susceptibles de permitirle una presencia duradera y “legal” en tan vital región del mundo.
Observen hasta qué punto puede llegar el cenismo: “La estrategia americana de lucha contra el “EI” –escribía ayer el Washington Post- agrava la situación de los rebeldes moderados” porque, según el rotativo de Washginton el régimen de Bachar Al Asad se consagra exclusivamente a combatir a los demás “rebeldes”.
No. Ni principios éticos, ni valores morales, ni misiones humanitarias ni defensa del prójimo.
Siria fobia… y punto. Tanto es así que el Washington Post califica la estrategia del Pentágono de combatir al “EI” de “incoherente” y de “moralmente contestable” y apoya incluso la demanda turca de una zona de exclusión aérea por encima de Siria, como si no existieran leyes internacionales en la materia ni cartas de la ONU al respecto ni acuerdos mundiales sobre la soberanía y la independencia de los países miembros del organismo mundial.
¿Y si Konabé fuera árabe y no kurda?
Lo mismo. A los americanos y sus aliados, tanto los occidentales, como los agentes y domésticos regionales lo único que les importa es un cambio de régimen en Damasco independientemente de la alternancia y la alternativa aunque fuera Al Qaida e independientemente del numero de las victimas y de los monstruos que han creado.
Mientras tanto nadie en Estados Unidos ni entre sus aliados habla de los centenares de muertos desde el 16 de septiembre pasado y el éxodo de unos 300 000 habitantes, de ellos 180 hacia Turquía, a la que, no hace mucho, la prensa británica acusaba de que los 46 rehenes turcos liberados a finales de septiembre por el “EI” podría haber sido objeto de un intercambio contra 180 “yihadistas”, muchos de los cuales originarios de países europeos.


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