Fue él quien dijo una vez que “a comienzos del siglo XX los misioneros europeos irrumpieron en África. Tenían la cruz y nosotros (los africanos) la tierra. Un siglo después (hoy) ellos tienen la tierra y nosotros la cruz”.
Él es Blaise Campaoré, hasta ayer presidente de Burkina Fasso desde hacia 27 años y que, al día siguiente de una serie de agitaciones de una rara violencia y magnitud, acaba de anunciar que abandonaba el poder y que esperaba “elecciones libres y transparentes” en los próximos tres meses.
Francófono que es, él y su país, solo Francia sabe a donde se ha dirigido: a la ciudad de Pô, en el sur del país, muy cerca de la frontera con Gana.
En un comunicado, el jefe del estado mayor de los ejércitos de Burkina Fasso ha anunciado “asumir las funciones de Jefe del Estado”.
“Primavera árabe” ¿y… otoño africano?
La Unión Europea, se ha comportado como siempre lo ha hecho en parecidos acontecimientos estimando esta mañana que “incumbía al pueblo burkinabés decidir su futuro”. Un portavoz del servicio diplomático de la UE afirmaba este mediodía que “instamos al sentido de responsabilidad de todas las fuerzas políticas, del ejercito y de las instituciones republicanas así como al pueblo burkinabés para edificar juntos un nuevo futuro para el país, de manera apaciguada, en el respeto de los principios democráticos y de la Constitución”.
¡En serio!
¿Respeto de los principios democráticos? Mismo comportamiento, misma reacción, misma forma de ser, misma manera de actuar e incluso misma terminología que, cuando la convulsión Libia y en el resto de los países, blanco y diana de la llamada “primavera árabe”.
¿Otoño africano? Probablemente…
Desde hace días los burkinabeses buscan desesperadamente la información
sobre su país en los medios de comunicación franceses, cuando no de la chancillería gala,
que, desde hace días, emprende una carrera contra reloj para colocar a sus
hombres en eventuales puestos claves vacantes por el actual poder.
El propio presidente francés Françios Hollande
que acaba de batir todos los
plus-marcaes de impopularidad en su país, ha afirmado que esperaba que Campaore
tomase las “buenas decisiones”.
“Buenas decisiones” se tomaron en Túnez, en
Egipto, en Libia, y “buenas decisiones” “aconsejan” a los sirios, a los
yemenitas, a los irakíes y a…
No cabe duda... ni somos adultos ni estamos vacunados.
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