“cuando un país de tamaño mediano revela que en
seis meses su población ha rebajado su consumo de alcohol en nada menos que el
18% es síntoma de que algo está pasando en esa sociedad”. Con esta constatación,
comenta el diario “El País” con el muy significativo titulo de "Abstemios a la fuerza", el drástico descenso del con sumo del alcohol en
Marruecos.
Analizando el “fenómeno” el gran diario español,
recurre al refrán marroquí que dice: “Le preguntaron donde esta su oreja, les enseñó
la izquierda con la mano derecha”.
Me explico: Para el rotativo español “esta
notable desafección al vino y a la cerveza no esta en un súbito interés de los marroquíes
por una vida mas saludable, sino en la decisión de la principal cadena de
supermercados de dejar de vender alcohol”
Así, sin mas…
Así, sin mas…
Veamos las razones esgrimidas por “El País”: “…
fruto de la presión directa de las autoridades islamistas en el Gobierno”.
¡Ni hablar! “Las autoridades islamistas en el
Gobierno”, alusión al Partido de Justicia y Desarrollo (PJD), con un
referencial islámico, convive en este gobierno con un ex partido comunista
(PPS), con otro partido liberal (RNI) y con un tercero de tendencia berebere
(MP), además de personalidades in dependientes. Y si hay algo que la inmensa mayoría
de los marroquíes reprocha a la gestión de este gobierno (o al PJD que lo
dirige) es, precisamente, no hacer un equilibrio entre sus promesas electorales
en materia religiosa y los imperativos de desarrollo y de consenso en el país.
Si. Es verdad: “anteriormente otra gran cadena ya
había dejado de vender alcohol, esta vez por la decisión de la propietaria, una
multinacional saudi”.
Sin embargo ello no alteró absolutamente nada de
sus ingresos y sus ganancias. La salvaje ley capitalista… la ley de la demanda
y oferta… la de ganar o no ganar.
Otra razón, según “El País” Las fuertes subidas
de impuestos sobre el alcohol juegan también su papel”.
También es cierto aunque, como España y el resto
del mundo, Marruecos atraviesa difíciles momentos económicos, teniendo que
recurrir a la austeridad, a recortes presupuestarios y, obviamente a nuevas
tasas e impuestos.
¿Qué esperaban ustedes que nos suban los
impuestos sobre los productos de primera necesidad?
El alcohol o el tabaco es “necesidad” de una ínfima
minoría, además de sus nefastas consecuencias…
Sin embargo y a pesar de los pesares en Marruecos
nunca se ha tratado “de entrar en la libertad de cada uno para beber o no o
para cumplir los preceptos religiosos que cada quien considere oportuno”…
siempre y cuando esta libertad termine donde comienza la de la abrumadora mayoría
de los ciudadanos, en un país musulmán, con sus valores propios y su propia
identidad, originalidad y autenticidad y sobre todo: mayor y vacunado.
Pero “El País” termina con una nota paternalista:
“. Tampoco es el primer o el único país en el que ocurre
esto. Pero hay que tener cuidado con los pasos atrás que se dan. Marruecos es
un país abierto en el que conviven sin problemas ciudadanos de distintas
confesiones. Imponer a todos las reglas de unos se aleja de la senda reformista
en la que, con éxito, se encuentra nuestro vecino”.
Gracias por el interés y por el detalle. No se
preocupe que así estamos mejor.
Ahora, eso si, no puede haber dos precios del
alcohol: uno para los musulmanes y otro para “los ciudadanos de distintas
confesiones” que viven en Marruecos.
¿Se ha visto esto en algún otro país que… El País?
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