MARRUECOS/DE CARA A LAS PRÓXIMAS ELECCIONES MUNICIPALES: Candidatos analfabetos a la conquista del ‘CEP’, exigido por el código electoral marroquí

 La escena es digna de una serie de dibujos animados: candidatos a las elecciones municipales del 2015 en Marruecos, según el diario marroquí “Al Massa’a” en su edición de hoy, citado por “Le360”, se dan empujones en las puertas de las escuelas primarias para obtener un certificado de enseñanza primaria, exigido por el código electoral marroquí para los postulantes a conserjerías municipales.

 

“Parece que algunas figuras políticas –ironiza hoy el citado diario- han comenzado los preparativos de cara a los comicios municipales mucho ante de que Benkiran (el jefe del gobierno) haya lanzado sus coiné estaciones con los partidos políticos”.

Las escuelas del país han registrado no menos de 30 solicitudes de inscripción de postulantes a estas elecciones municipales en el sexto nivel escolar que sanciona el fin de estudios primarios, suscitando los temores de de los responsables de estos establecimientos escolares de ver a políticos hacer uso y abuso de su poder para obtener el CEP exigido por el código electoral sin asistir a los cursos como demás alumnos.

Ante estos temores, el ministerio de educación nacional ha prometido dar prueba de firmeza (tolerancia cero) ante quien “se atreviera a violar las leyes y las reglas”.

 

Para ello este departamento va a publicar una nota, instando a los directores de los establecimientos escolares a más firmeza respecto a los “políticos” inscritos.

De cobrar cuerpo esta “voluntad” del ministerio tutor, será legitimo y halagüeño ir hablando de “otros tiempos, otros métodos” o lo que es igual “un Marruecos nuevo” que suscita la esperanza, hasta ahora crucificada por los que creen que las leyes se han hecho para que lo aplicaran “otros”.

Inútil advertir que estos “alumnos en ciernes” pueden, gracias a sus considerables medios y los de los partidos políticos a los que pertenecen, a otros métodos y otras vías para eludir el sistema y burlar la vigilancia del ministerio tutor.