Marruecos, Amnistía Internacional, AFP y la tortura: Relatos a dos velocidades



Casi paralelamente a la estancia en Marruecos de una de sus delegaciones investigando libremente, desde Londres la dirección de Amnistía Internacional publicaba un comunicado en el que acusa a las autoridades marroquíes de torturar a siete detenidos sahrauíes en la prisión Lakhal de Layun.
Siete sahrauíes… ¡Parece mentira! Y yo, como muchos, creía que en Marruecos se torturaba a más y de diferentes regiones del país.
Ahora parece, según el comunicado de AI y su credibilidad, en Marruecos solo se tortura a siete individuos e incluso poco probable. Veamos por qué:
AI cita “fuentes próximas al Polisario” cuando es un secreto de Polichinela que antes de decir esta boca es mía, el Polisario “las fuentes próximas a él” e incluso su “presidente” vitalicio, recurren al control, al minucioso examen y exhaustivo análisis y evaluación de los servicios de inteligencia militar Argelinos
Luego, como un leitmotiv, AFP, la ineludible Agencia Francesa de Prensa y nadie más salta sobre la “noticia”, citando a unos y “otros”.
No les vamos a relatar lo que hicieron los siete reos de…derecho común , pero si lo que sucedió para atraer la “atención” de, primero patrocinador argelino, más tarde de Amnistía Internacional y finalmente de AFP:
En su inmediata respuesta Rabat, prueba a mano, difundió a través de su segunda cadena 2M un video cuya evidencia difícilmente se puede ignorar, menos aun  negar: 7 reclusos sahrauies que se negaban a regresar a sus celdas, de los cuales uno con un trozo de vidrio se automutilaba y guardias de la institución penitenciaria que trataban de evitarlo con una manta.
Imagines que acuerdan total credibilidad a la versión marroquí y que parece ha convencido a propios y extraños, incluidos los señores de Amnistía Internacional a pesar de no reconocer (hasta ahora) a su ligereza, su alineamiento y de haber sido embaucados por los servicios de inteligencia del ejército argelino.
Resulta, según otra versión de fuentes independientes, que los siete reclusos presentaron una serie de “reivindicaciones, entre otras que se les reuniera en una sola célula lo que ha sido aceptado por las autoridades penitenciarias. Luego, para atraer la atención “internacional” se declararon en huelga de hambre al exigir una celda mas confortable como si de un hotel de cinco estrellas se trata.
El propio wali (súper-gobernador) de Layun, un ex Polisario, Yahdiz Bouchab dijo que el despacho de prensa de AFP al respecto “esta desnudo de la verdad” y que el procurador del Rey y la policía judicial se desplazaron a la prisión Lakhel para abrir una investigación.
Con el wali o sin él, la pregunta es ¿Qué diferencia hay entre detenidos de derecho común sahrauies, rifeños, susies o jbala?
Más exacto: un peritaje médico, al que ha tenido/tiene acceso toda la prensa acreditada en Marruecos y la que le pudiera interesar, habrá concluido la inexistencia de tortura en los cuerpos de los 7 detenidos.
Lo que abre un nuevo paréntesis…
Marruecos es adulto y vacunado y no es ni Amnistía Internacional ni AFP ni mucho menos  el Polisario que van a cambiar la legislación en vigor. Es decir la justicia marroquí, como lo observa “Yabiladi” debe reservar a los siete detenidos el mismo destino que reservó a Ouafa’a Charaf y Oussama Hassani, los dos miembros del Movimiento 20 de febrero los cuales, recordémoslo, fueron condenados, respectivamente a un año y tres años de prisión firme por “alegaciones mentirosas de tortura”, a falta de lo cual, será una justicia con dos velocidades y esto es inaceptable, porque esto no es Tinduf.



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