Todo
apunta hacia la posibilidad de que los objetivos de los eventuales miembros de la
coalición internacional contra el “Estado islámico” (EI), contemplada por
Estados Unidos (y los occidentales) a raíz de la decapitación de dos de sus súbditos,
los periodistas James Foley y Steven Sotloff y pensada y concebida durante la
ultima Cumbre de la OTAN,
no sean los mismos.
Después
de “cerrar el ojo” ante algunas redes que financiaron a los terroristas de Al
Qaida en Siria y en Irak, con el beneplácito, cuando no recomendación del Pentágono
y de algunas capitales occidentales como Paris y Londres, algunos países del
Golfo se declaran oficialmente dispuestos a “cooperar” con la coalición en gestación
contra el “Estado islámico”.
Ayer
mismo, como ya va siendo su costumbre desde hace años, la Liga Árabe decidió algo abstracto,
en la reunión de sus cancilleres, combatir a todos los grupos extremistas… “incluido
Daach”.
¿Y
Marruecos? Al reino le unen convenios y convenciones de seguridad y de defensa
con los Estados del Golfo. Lo que, junto a la existencia de un millar de marroquíes
que “combaten” con el “EI”, para las autoridades oficiales, es razón suficiente
para constituir un aval de Rabat a tomar parte en esta coalición internacional.
Lo
mismo para Arabia Saudi, además de que las tropas de Abu Bakr Al Bagdadi, que
al encontrarse a menos de 100 KLM amenazan su territorio, siendo su objetivo estratégico
principal, aislar a estas tropas de las tribus de Al Anbar, en el centro de
Irak, tradicionalmente muy vinculadas a las demás tribus de la península.
En
cuanto a Marruecos, habida cuenta del factor geográfico, se trata únicamente de
defenderse de una amenaza proferida y reiterada públicamente contra su
territorio y contra muchos de sus altos responsables. Es decir, que si para los
saudíes se trata de jugar su existencia institucional misma y que si para Washington
y Occidente se trata de volver a moldear” la tan cacareada idea del “nuevo
Oriente Medio”, para Rabat debe tratarse de una simple autodefensa, lo que no
es el mismo grado ni nivel de amenaza o de peligro.
Para
Estados Unidos y, aunque hasta ahora, confesable e inconfesado, para Occidente
(OTAN) se trata de reducir al autoproclamado califato a “un Estado manejable”. Es
decir controlado, que posteriormente se puede dirigir contra Siria, Yemen o
cualquier Estado “indómito” de la región.
Incluso
Israel a través de su ministro de exteriores, Avigdor Lieberman dejo clarísimo que el “EI” no
representa “amenaza militar o estratégica alguna contra Tel Aviv”.
En definitiva se trata de una extraña,
cuando no irreal coalición sin objetivos estratégicos claros, ni finalidades
definidas ni concepciones geopolíticas o securitarias explicitas.
Crear al EEIL en Siria y “combatirlo”
en Irak. Difícilmente creíble. “luchar” contra parte de él (en Irak) siguiendo apoyándolo
(en Siria).
Lo lógico seria que de los dos
objetivos uno, nunca los dos: o bien combatir realmente al terrorismo de Daach en
Irak y en Siria (con la autorización expresa de sus respectivos gobiernos) o
bien, desvelar el verdadero objetivo que es combatir a los regimenes que se
lleva combatiendo desde hace años…una opción estratégica, el resto es pura intoxicación.
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