I
En
reinvención permanente, Fnideq parece rechazar una realidad que cree sin esperanza. Su
exigencia de la eficacia la mantiene al margen de todo ordenamiento territorial
o de una adecuación turística. Con o sin elecciones la localidad, la bella ciudad
nunca pierde el gusto al escrutinio y a la… compra de votos. El feroz espíritu
crítico de sus habitantes de pura cepa les ha expuesto a la imprudencia de
desafiar el orden existente.
—Este es mi Documento
de Identidad Nacional. En caso de que ocurra algo no olviden de que yo soy
testigo, advertía Masoud un conocido contrabandista a sus amigos antes de
comenzar sus idas y venidas entre su ciudad y la de su fortuna: Sebta.
Mientras
que otros puntos del litoral tetuaní bascula entre las temporadas, debido a su
«estratégica» situación geográfica, entre dos «mundos», Fnideq desafía la
coyuntura y niega la irreversibilidad del tiempo.
Des
cualquier paraje de la ciudad se puede asomar hacia una dirección y su turismo
selectivo destinado exclusivamente a los acomodados extranjeros o nacionales y
acomodadores locales y otra con su tratamiento inhumano y degradante hacia los
indeseables «huéspedes» sub-saharianos, cuyo tránsito por la ciudad se
considera como una amenaza a la tranquilidad pública.
—
Como si no resultamos
nosotros suficientes para «quemar»[1] al otro lado.
—
Y si los españoles
trataran a los nuestros como tratamos nosotros a esta pobre gente.
Aquí,
todos han asistido, de una manera u otra, a la discriminación racial en el
momento de las detenciones individuales o colectivas de los sub-saharianos.
Desprovistas
del sentido moral, muchas mentes cerradas con cerrojo apoyan «la mano dura»
contra todo quien pretenda glosar aquí el léxico migratorio.
Vidas
codificadas. Miembros de la misma familia con nacionalidades distintas. Sueños
y realidades. Sueños y pesadillas.
Encrucijada
migratoria que se pierde entre identidades… entre justicias e injusticias…entre
beneficios y descalabros.
Con su
imaginación constantemente avara estos militantes de la incertidumbre luchan
desesperadamente contra la licitud. «Todo tiempo pasado fue mejor», se lamentan
los ancianos. « Queda Dios», responden los jóvenes.
¿Apatía
o inconciencia? Las dos y ninguna.
En la
urbanización Badr[2] donde residía Yussef
antes de comenzar a soñar, como Joan Manuel Serrat, de «que le enterraran en la
ladera de un monte, más alto que el horizonte…» porque siempre quiso «tener
buena vista», quedan pocos jóvenes. Los que no se fueron a la península buscan
la vida en Sebta o naufragaron en una de sus 34 asociaciones ficticias tablighistas[3]
que las autoridades locales han creado para contrarrestar al pro-Marruecos.
En la
mezquita Mohammad Al Mubarak, una de los 26 templos de la ciudad ocupada aún se
recuerda a «aquél joven devoto» que como todos los devotos de la ciudad
desapareció un día sin dejar rastro alguno, víctima de una extraña unión entre
unos dudosos predicadores pakistaníes y un «providencial» dinero Saudita.
Sin
contemplar la realidad socio-religiosa a medio y largo plazo, las autoridades
del enclave han creído encontrar el medio más condenadamente rápido e
invulnerable para hacer frente a sus alucinaciones de «hegemonía marroquí».
La obra
del Dr. Frankestein en Sebta comenzaba a cobrar cuerpo. Los primeros
terroristas en ciernes probaban suerte en ciudades «más adentro».
El odio
y la xenofobia expresados en voz alta se encargaron de exacerbar los espíritus
de los que se habían hartado de ser víctimas atroces de un orden que no es
suyo.
Ante
esta marea negra segregacionista, el primer ministro danés, Andrés Forasamsson
se vio obligado a desmarcarse del provocador Geert Wilders, de su minúsculo
Partido de la Libertad
y de su folklórico «Tsumani islámico». Por su parte el ministro holandés de
Exteriores, Máxime Fergakhen tuvo que instar a no confundir la velocidad y el
tocino. Es decir las religiones y las personas. En este caso el Islam y las
atrocidades cometidas por algunos «musulmanes».En el mundo musulmán confundir
los hombres y las ideas es-fue siempre, peor que un crimen… un error.
De hecho en Holanda viven 800. 000 musulmanes que
contribuyen, según todos los holandeses sanos de espíritu, al diálogo social
constructivo y edificante en este país como son los casos de Ahmed Abutaleb,
vice-ministro holandés de asuntos sociales y empleo y Nabahat Albirk, vice-ministra
de justicia. Los musulmanes en Holanda representan el 3’5% del total de la
población de este país.
No, ni siquiera me irrita lo que repite torpemente lo que
le piden decir a cambio de la nacionalidad la extravagante Ayaan Hirsi Ali ni
todos los islamófobos-marionetas de turno.
« No cabe coacción en la religión» (Corán).
La libertad de conciencia está establecida por este mismo
Corán. Por ello, tanta cultura de intolerancia y de rencor ha dejado de surtir
el efecto deseado por los que apuntan hacia los mas de 1500 millones de
musulmanes (hoy, porque mañana serán muchos mas) de un amplio abanico de razas,
nacionalidades y culturas en, literalmente todo el mundo, sin excepción[4]
desde Filipinas hasta Nigeria, sin necesidad de clérigos y con una relación
directísima entre el Creador y el creado, están unidas en su común fe islámica.
No obstante, muchos de estos musulmanes sienten una
irresistible tentación de averiguar si vale la pena intentar saber quién está
detrás de este nuevo y rentable negocio que es el anti-islamismo primario. O lo
que es casi igual: ¿Por qué sólo el Islam es blanco de tanta y tan rencorosa
tergiversación? A juzgar por la actitud
de «muchos» hay indudablemente planes, estrategias y hay presupuestos. En una
palabra: hay voluntad político-religiosa.
Para el creyente musulmán no es lícito oprimir, así como
no le es dejarse oprimir. El profeta Mohamed dijo: «Ayuda a tu hermano sea
opresor u oprimido». Le preguntaron: « ¿Opresor?» Dijo: « Si es oprimido a
liberarse de la opresión y si es opresor a dejar definitivamente esta actitud».
«Desde hace 14 siglos – precisa el escritor
hispano-marroquí Mohamed Chakor- el Corán (azora III, aleya 64) nos exhorta a
la convivencia pacífica: «Di a los judíos y a los cristianos: terminemos
nuestras diferencias. Sólo adoramos a un Dios. No le demos comparaciones. Somos
musulmanes».
En uno de sus recientes trabajos sobre el dialogo
euro-islámico, el mismo Mohamed Chakor recuerda que «a lo largo de 3. 200 años
de historia sólo hemos conocido 300 años de paz. Hemos sufrido casi 15. 000
guerras, que arrojaron el escalofriante balance de 3. 640 millones de muertos.
El siglo XX ha sido el mis mortífero, debido a las atrocidades cometidas por
los integrismos laicos: fascismo, nazismo, estalinismo, nacionalismos
excluyentes...
Ninguna religión está exenta de crímenes y genocidios
cometidos en el nombre de Dios…».
En uno de sus encendidos aunque muy esclarecidos
discursos, el ex presidente de Malí, el cristiano Thomas Sankara dijo: “A
comienzos del siglo XX cuando llegaron los primeros europeos a África,
nosotros, los africanos teníamos las tierras y ellos la Biblia. Un siglo
después, ellos tienen las tierras y nosotros la Biblia”.
Desde medios de comunicación y en voz de algunos lideres
(en este caso cantamañanas a sueldo de grupos de presión o de sociedades
secretas disfrazadas de libertades de expresión… a expensas del prójimo) del
planeta, se presenta a la relación entre el Islam y Occidente como un
enfrentamiento. En su colección «Cultura Islámica”, el Centro Islámico de la República de Argentina»
lo explica en estos términos: «Los argumentos que se exhiben se relacionan con
el hecho de que poseer culturas, religiones y valores diferentes a los que
profesamos día a día implica un conflicto».
Así la
tesis del « choque de civilizaciones», presenta un mundo dividido en regiones
culturales, donde esta identidad está dada por diversas formas, étnicas,
históricas, religiosas, etc.
Para la religión musulmana cuyos preceptos inculcan una
cultura infinitamente más tolerante y más pacífica la deontología se inspira de
las palabras divinas: « ¡Hombres! Os hemos creado de un alma única, varón y
hembra y hemos hecho de vosotros pueblos y tribus, para que os conozcáis unos a
otros. Para Dios, el más honorable de entre vosotros es el más piadoso. Dios es
Omnisciente, todo lo sabe» (49:13).
En su introducción a «Islam, Oriente y Occidente» el CIRA
lo explica de manera más explícita con sorbos de emoción: «Desde la caída del
muro de Berlín, muchas políticas se han articulado para presentar al Islam como
un posible enemigo de la civilización occidental. A tal fin se han comenzado a
utilizar términos que por su repetición constante e indiscriminada desde medios
masivos, son ligados rápidamente a Islam, como terrorismo islámico,
fundamentalismo islámico, células dormidas, integrismo islámico, guerra
preventiva, eje del mal, nueva cruzada, oriente versus occidente, violencia
islámica, terror de origen islámico, asesinatos selectivos etc.».
El Profeta Mohamed (SAS) decía:
« Los dos bienes más deseables son la ciencia y la caridad y las dos más
detestables son la ignorancia y el egoísmo».
[1] Término que los marroquíes usan para designar
a los que inmigran clandestinamente hacia España.
[2] Nombre de una de las primeras batallas que
ganó el Islam.
[3] Mensaje o predicación (Corriente
fundamentalista).
[4] Revelaciones de fuentes de la Santa Sede que fueron
inmediata y rigurosamente sepultadas afirmaban hace poco que los hay hasta en
el Vaticano que son cripto-musulmanes.
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