Era el 5 de febrero del 2003. Consejo de Seguridad de Naciones Unidas: En nombre de Estados Unidos y en el de su presidente, el entonces secretario de Estado, Colin Powell pronunciaba ante la ONU su “famoso” discurso sobre las armas de destrucción masiva en Irak.
“Una mancha en mi carrera”, diría
10 años después en su libro “he tenido suerte” en las Ediciones Odile Jacob.
Tiene toda la razón y nada más
que la razón. Tiene mucha…muchísima suerte. Muchos otros, por crímenes infinitamente
menos graves, fueron condenados a la pena capital.
“Una mancha en mi carrera”. Se
refiere al hecho de que las “pruebas” que presentó ante el organismo mundial y
que sirvieron, poco después a su país y a los miembros de la coalición que formó,
atacar a Irak y masacrar a casi 3 millones de inocentes, se revelaron falsas y
prefabricadas.
10 años después, otro
secretario de Estado, John Kerry se encuentra en Oriente Medio, donde se reunió
con los miembros del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) para “evocar las
medidas que se deben tomar contra la organización terrorista del ‘Estado islámico’”
en Irak, pero no en Siria.
Es que, como hace 10 años, pero,
esta vez sin armas de destrucción masiva, aunque argumentos nunca le faltan a
EEUU para invadir a otros países, el objetivo es volver a poner pie en Irak
que, según las opiniones casi unánimes de los altos cargos americanos, entre ellos el vicepresidente Joe
Biden “nunca debimos salir de este país”.
La idea puede y debe seducir
siempre y cuando prevalezca el principio de que el terrorismo es uno e
indivisible.
El ‘EI’ antes ‘EIIL’ y muchos
otros grupos terroristas llevan haciendo lo que hacen o peor en Siria desde hace
más de tres años, pero se ha convertido en terrorista solo cuando violó los
acuerdos suscritos en el acta de su nzacimiento, decapitando a dos periodistas estadounidenses.
A pesar de lo cual la idea es buena y hasta útil… siempre y
cuando nos digan antes, quién creó, ayudó, lanzó y veló por su crecimiento y el
desarrollo de su fuerza de fuego (armandolo y finab ciandolo) hasta convertirse en un “adversario” que necesita una coalición internacional.
¿Cómo? ¿Cuándo?, ¿Por qué? y ¿Con que objetivos estratégicos?
Luego… ¿Qué diferencia existe
entre el Daach en Irak y el Daach en Siria? ¿Por qué tan flagrante geometría variable?
Finalmente… ¿En nombre de qué
actitud o conducta correcta en el pasado respecto a la nación árabe-musulmana?
Para no tropezar en la misma piedra mil veces, velemos para que después
de 10 años, Mister Kerry no nos venga con el cuento de “otra mancha en su
carrera”…. Y borrón y cuenta nueva.
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