21 de septiembre/Día mundial de la paz La paz que muchos descuidan



 

¿Paz?... ¿Qué paz? La paz anhelada… la paz de todos/para todos. La paz sin bandera, sin hipocresías, sin cálculos estratégicos, sin ideas preconcebidas, sin miras expansionistas, sin alianzas ni coaliciones para imponerla… la paz que no conoce (o ignora) Estados Unidos e Israel.

No la “pax americana”… sino la paz que hace desaparecer la sangre, las lágrimas, la destrucción, el miedo, la muerte y la incertidumbre y el suspense.

La paz que aconseja conformarse con lo que se tiene y no lo que posee el prójimo, ni como aniquilar a quien, por oponerse, es adversario.

La paz de la palabra y de la sonrisa. La paz de la esperanza y de la oración.

La paz sin “Daeches” ni americanos… La paz que no reconoce a quien crea terrorismo para “combatirlos”, sirviéndole de pretexto y argumento para la ocupación.

La paz que aconseja escuchar a los que no quieren, que por este o aquél pretexto, se ocupe a sus países.

La paz que no conoce los mercaderes de armas, ni estrategias para exportarlas, ni competitividad en la fuerza y poder destructivo de las propias, ni los diabólicos planes para encender focos de tensión y de guerras para vender su “mercancía” ni las políticas de estimulo y de apoyo a que los otros mas ricos despojaran a sus pueblos para comprar una superflua e inútil protección que no existe más que en la hipnotización de la que fueron/son objeto.

La paz… no la del 21 de septiembre, sino la de todos los días, todos los años y de todos los instantes. La que no espera el aval del congreso americano para entrenar y armar a grupos terroristas, promovidos al rango de oposición…ni la que espera reuniones de John Ferry en el Consejo de Seguridad para delimitar zonas influencia: estos son nuestros… aquellos “ejes del mal” que se deben derrocar… estos son obedientes y cortesanos, aquellos rebeldes y orgullosos de serlo… estos son puentes para sus intereses, aquellos son obstáculo ante su usurpación y sus falacias.

La paz a la que anhelamos, la paz que nos una a todos, independientemente de nuestro color, nuestro credo, nuestra ideología y el grado de nuestra obediencia… la paz que zanja las divergencias y los diferendos a través del dialogo y la concertación, la paz que “impone” o aconseja la cultura de tolerancia, la convivencia y la coexistencia pacificas… la paz en la que se da la acolada sin ver el rostro de quien se dio esta acolada, se estrecha la mano sin conocer de quién es, la paz que silencia los cañones, eclipsa la supremacía, la paz que desvanece las discrepancias, minimiza las diferencias y hace desaparecer los apetitos hegemónicos y las tendencias unilateralitas.

La paz como nunca nos propuso Estados Unidos… la paz que teme Estados Unidos… la paz que combate Estados Unidos porque se siente amenazada y en peligro de la… paz.

La paz, la verdadera, la auténtica, la bla…bla…bla.

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