Lo hemos dicho más de una vez. Reiterémoslo de nuevo: Cualquier gesto,
iniciativa o signo o indicio de buena voluntad entre Argelia y Marruecos, por
mas mínimo o incluso tergiversado que sea, puede y debe contribuir a disipar
las inexplicables, ilógicas e incomprensibles nubes entre ambos Por su bien
mutuo, por el de sus pueblos y por la región en general.
Lo volvemos a recordar otra vez porque, por un lado, las buenas noticias o
por lo menos, las que pudieran parecerlas entre Argelia y Marruecos brillan por
su ausencia, debiendo aprovechar todo espejismo halagador y en un gesto interpretado por ‘Yabiladi’ esta
mañana como “apaciguador para la circunstancia pero que no anuncia,
desgraciadamente, una distensión en las relaciones entre ambos”, por otro, el presidente argelino Abdelaziz
Bouteflik ha puesto de realce el pasado común entre Argelia y Marruecos.
En presencia de una delegación marroquí, compuesta de antiguos resistentes,
el mandatario argelino ha instado a Argelia y a Marruecos, con esta ocasión, de
la conmemoración del lanzamiento de las operaciones militares contra Francia,
el 20 de agosto de 1955, “a no tener en cuenta las futilidades de días ordinarios”.
Más halagador todavía, las palabras
del presidente fueron señaladas por la agencia APS.
Un texto leído por un consejero en la presidencia que evoca el pasado común
de los dos países de lucha contra el colonizador, Bouteflika afirma incluso que la elección del
20 de agosto de 1955 para el lanzamiento de la primera operación del Frente de liberación
nacional era asimismo “una expresión de solidaridad, particularmente con el
pueblo marroquí hermano con motivo del exilio del Rey ‘mouyahid” (combatiente)
Mohamed V, Quiera Dios Acordarle Su misericordia”.
“La revolución argelina –señaló en más adelante en su mensaje el Jefe del estado del país vecino-
puso fin al exilio de Mohamed V”, estimando que “esta fecha, común a los dos
pueblos, ilustra la comunidad del destino en toda circunstancia y nos recuerda
a no prestar atención a las futilidades de los días ordinarios”.
No obstante, como lo recuerda “Yabiladi” hace 39 años que las relaciones
entre Rabat y Argel viven al ritmo y al compás de estas “futilidades de días ordinarios”
y no hay mejor ejemplo y confirmación que el hermético cierre de las fronteras
terrestres entre ambos, una decisión que festeja, dentro de dos días, sus 20 años.
Los trapos sucios a parte, el presidente de Argelia ha estimado en su
mensaje que su país lleva a cabo una política de “dialogo y de buena vecindad
con todo el mundo sin la inmiscuición en los asuntos internos de los Estados”.
¡Si lo dice el Sr. Presidente de Argelia… ¡
Sin comentario…
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