Al comienzo, la idea era increíblemente simple :
solucionar la cuestión palestina, anexionando la franja de Ghaza a Egipto y
Cisjordania al Reino Hachemita, lo que sedujo irresistiblemente a los máximos
dirigentes de los « protectorados » soñados.
Alguien
en Tel Aviv convenció al Cairo de que para acabar con la pobreza se debe matar
a los pobres y el ex presidente de Egipto Husni Mubarak juró y cumplió su promesa de «
respetar » los acuerdos aunque, en su agresión contra Ghaza sus amigos
israelíes violaron todos y cada uno de los acuerdos, convenciones y compromisos
regionales e internacionales, incluida la Cuarta Convención
de Ginebra sobre los civiles en tiempos de guerra.
Obviamente Ghaza no es Vietnam, ni Iraq, ni
Afganistán ni siquiera el Líbano. Ghaza es un pequeño terruño que en opinión de
más de un analista israelí no merecía los 44 000 millones de Shiqueles que
cuesta a Israel su empresa criminal contra Ghaza ni el « paro
técnico » de un tercio de la población israelí ( más de un millón de los
israelíes está actualmente involucrado directa o indirectamente en el actual genocidio
en Ghaza, ni el cierre indefinidamente de las escuelas ni la reducción del
crecimiento a menos de 1’4 este año.
Ademá,
Hizbullah tiene fronteras con Siria mientras que, para su desgracia,
Hamás las tiene con Egipto…
Pese a lo cual, para los
observadores la guerra de exterminio de Israel contra la población palestina en
Gaza traduce el comienzo de la frustración de los que prometieron a Barak Obama
un « nuevo » Oriente Medio… Sin Palestina ni palestinos, cuyas
imparables reivindicaciones de sus inalienables derechos constituyen, para
EEUU, Israel y los que en Oriente Medio giran en su órbita, un auténtico quebradero
de cabeza.
Primero
fue la agresión. Luego un vergonzoso silencio descaradamente cómplice y
más tarde al no « cumplir » Israel con el contrato, cobertura
europea para Israel con no menos vergonzosas declaraciones del sionizado
presidente francés y otros mandatarios europeos sobre el drama.
Luego llovió voluntades: Consejo
de Seguridad de Naciones Unidas, propuestas americanas de “mediación”e incluso
llamamientos para una Cumbre árabe… para cuatro días después.
¡Alucinante!
De hecho, ¿ Para qué sirve aún la ONU y la
Liga Arabe? Mejor no responder porque de no
existir la acuciante necesidad de un pretexto y el consiguiente respaldo
« mundial » para invadir a Iraq, agredir a Afganistán o a formular
vetos para contrarrestar todo intento de condenar a Israel por más genocidios,
guerras de exterminación y crímenes contra la humanidad que cometa, el
organismo mundial y su Consejo de Seguridad, se convertirían en un auténtico
circo como ocurrió hace poco cuando, por poco, el representante estadounidense
ante la ONU iba a
presentar, como ya lo hizo su antecesor (Collin Powell) en Irak «irrefutables « pruebas »
de la existencia en Gaza de armas de destrucción masiva.
Afortunada o desgraciadamente ni
Tel Aviv ni Washington juzgaron útil inventar « pruebas » de
relaciones de Hamas y de la resistencia palestina con Al Qaida del gran
servidor de las causas americanas, el egipcio Ayman Dwahri ni de vínculos con
el 11-S.
Decadencia
moral de un Occidente en quiebra moral.
Los hay que hablan de alto el fuego. Una manera como
cualquier otra de justificar los horribles crímenes de los generales de Tel
Aviv y de confundir deliberadamente entre la víctima y el victimario.
El mundo y no, como piensan
algunos, Gaza, vive momentos dramáticos que han determinado fehacientemente las
fronteras entre la razón y la locura, entre la justicia y la injusticia y entre
jefes de Estado y vende-patrias, como los hay “a punta pala” en este anecdótico
mundo árabe.
Más de 170 mártires y casi 2 000
heridos, mitad de los cuales niños de cortísima edad e indefensas mujeres,
algunas de ellas encintas.
Juzguen
Ustedes mismos :
En el tercer día de la agresión
sionista contra Gaza, el número de las víctimas mortales giraba entre 19 y 21%
. En el sexto día este porcentaje
saltó al 28%. Tres dias después la infancia constituía el 30% de los mártires, el
47% de los heridos leves y el 52% de los heridos graves. En el séptimo día
del holocausto el número de los niños y sus madres alcanzó el escalofriante
porcentaje del 78 al 80% de las víctimas mortales y el 74% de los heridos entre
leves y graves.
¿
Por qué tan diabólica puntería ?
Desde el punto de vista militar
este « ejercicio de tiro » sólo puede explicarse por un rotundo
fracaso de la estrategia militar inicial de los estrategas militares israelíes
que se vieron obligados a decretar una censura contra la información sobre sus
pérdidas que ni Sadam Hussein se había atrevido a imponer durante la agresión
americana contra Iraq.
En este orden de ideas, vuelve
Irán a servir de cabeza de turco…militar. Simón Pérez habla de cohetes iraníes
y de contrabando de armas. « Toda una
amenaza contra Israel »… que recibe diariamente de Estados Unidos
toneladas de armas que ni siquiera el ejécito americano conoce.
Irán, Hizbollah y qué más.
Israel tiene dificultades ante un
adversario, que por haber estado-está bajo un implacable embargo, no tiene
armas y desde el punto de vista militar es insignificante.
¿ Dónde, cuándo, cómo y por qué ?
Difícilmente se puede responder porque en la historia de la civilización ( y de
las guerras) nunca no se conoce el ejemplo de una « potencia »
militar como Israel con continuos, fáciles y nunca condenados ni contestados
puentes áereos desde Estados Unidos y muchos otros países occidentales que
bombardea día y noche con modernísimos aviones, sofisticados misiles con
fósforo blanco y napalm y con toneladas de bombas desde su marina una franja de
terruño a cuyos habitantes Washington, Paris y Londres acusa de contrabando de
armas a pesar del gendarme egipcio y los « chivatos » del Golfo.
Ni Hitler, ni Jinkis Khan ni Houlako ni
nadie en la historia de la violencia humana cometió tan horrible crímen.
El Sr. Obama encontrará serias dificultades
para seguir hablando de democracia.
Los crímenes nazís contra los indefensos
judíos eran infinitamente más clementes y moderados.
-
(1) Título de la
novela del argelino Yasmina Benkhadra
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