Lectura útil/Dris Jebrouni: Medios occidentales temen hablar de fascismo... en su contexto israelí Alan Hart alanhart.net
Hay
un debate en Israel sobre si el Estado sionista se encuentra en el
terreno resbaladizo hacia el fascismo o si ya es fascista. Que
yo sepa los medios dominantes occidentales no han llamado la atención
sobre este hecho.
Fue
Albert Einstein, padre de la física moderna, quien, junto con otros
judíos muy influyentes, alertó primero sobre el peligro del ascenso del
fascismo en Israel. En una carta al editor deThe New York Times publicada el 4 de diciembre de 1948, cuando Menachem Begin estaba recabando la ayuda de EE.UU. dijeron lo siguiente:
“Entre
los fenómenos políticos más
inquietantes de nuestra época tenemos, en el Estado recientemente
creado de Israel, la aparición del «Partido de la Libertad » (Tnuat
Haheteur) (1), un partido político con un enorme parecido en cuanto a su
organización, métodos, filosofía política y planteamientos sociales,
con los partidos nazi y fascista.
“Dicho
partido ha sido formado por los miembros y partidarios del antiguo
Irgun Zwai Leumi, una organización nacionalista de extrema derecha en
Palestina.
“La
actual
visita del jefe de esta agrupación, Menajem Begin (2), a Estados
Unidos, obviamente se ha calculado para dar la impresión de un apoyo
estadounidense a su partido para las próximas elecciones israelíes y
para cimentar vínculos políticos con los elementos sionistas
conservadores de Estados Unidos.
“Muchos estadounidenses de reputación nacional han prestado sus nombres para acoger esta visita.
“Es
inconcebible que quienes se oponen al fascismo en el mundo entero, si
están
correctamente informados sobre el pasado y las perspectivas políticas
de Begin, puedan añadir sus nombres y su apoyo al movimiento que
representa.
“Antes
de que las contribuciones económicas y las manifestaciones públicas de
apoyo a Begin causen daños irreparables y antes de dar en Palestina la
impresión de que una gran parte de Estados Unidos apoya a los elementos
fascistas de Israel, el público estadounidense tiene que estar informado
del pasado y los objetivos de Begin y su
movimiento.
“Las
declaraciones públicas del partido de Begin (3) no muestran su
auténtico carácter. Actualmente hablan de libertad, democracia y
antiimperialismo, mientras que hasta ayer predicaban abiertamente la
doctrina del Estado fascista.
“Pero
sus actuaciones traicionan sus palabras y muestran el auténtico
carácter de este partido terrorista. De sus acciones pasadas podemos
deducir lo que puede hacer en el
futuro.”
Más de seis décadas más tarde, bajo el título Weimar en Jerusalén: el ascenso del fascismo en Israel,
Ury Avnery escribió: “A lo largo de los años, se han cuidado mucho de
no mencionar la palabra fascismo en el discurso público. Trae recuerdos
demasiado monstruosos. Ahora se ha roto este tabú.”
Avnery
recordó que Yitzhak Herzog, ministro de bienestar
social en el gobierno Netanyahu, miembro del partido laborista, nieto
de rabino e hijo de presidente, había dicho unos pocos días antes que
“el fascismo toca los márgenes de nuestra sociedad”. Se equivocaba,
declaró Avnery. “el fascismo no sólo está rozando los márgenes, está
rozando el gobierno para el que trabaja, y la Knesset , de la que es
miembro”.
Como
Einstein, Avnery advirtió de que “el fascismo abrumará Israel” a menos
que las fuerzas progresistas “despierten del coma, comprendan lo que
está pasando y adonde lleva.”
El 3 de septiembre bajo el titular de Ha’aretz “El
fascismo ya está aquí”, Yossi Sarid escribió que “La democracia israelí
sirve sobre todo para la decoración, como un árbol cultivado por su
belleza, no para dar su fruto”.
Sarid preguntó que podrían hacer un ciudadano o ciudadana cuando su alma “esté harta de la ocupación.” Y su respuesta fue:
“Si participa en la lucha popular contra el muro de
separación, será enterrado fuera del recinto del cementerio; si se
manifiesta en Sheikh Jarrah, sentirá la mano dura de la policía; si es
profesor universitario, enviarán a los controladores a perseguirlo en
nombre del sionismo; si pertenece a un grupo de teatro, alguien que
todavía puede ver la Línea Verde en el ojo de su mente, amenazará a la
fuente de sus ingresos; si es un director de escuela quien intenta no
apoyar los asentamientos, buscarán otra institución para su persona
porque no hacemos las cosas de esa manera; si es un juez que se atreve a
negar que la seguridad tiene máxima importancia,
lo culparán por el derramamiento de sangre; si es un periodista que se
niega a sumarse al coro, habrá gritos para que se boicotee su periódico;
si es un ciudadano que quiere proteger a un niño amenazado de expulsión
del país, también será colocado en la lista negra como enemigo del
pueblo, y suma y sigue.”
En una investigación especial para Ynetnews el
21 de octubre, Uri Misgav informó de que “los expertos estaban
divididos sobre si las tendencias nacionalistas en Israel son
equivalentes a fascismo”.
Señaló
que durante años los manifestantes de izquierdas habían coreado “¡El
fascismo no pasará!” pero la Izquierda , agregó, “sigue decayendo,
mientras el fascismo se afianza cada vez más en este país. Partes
significativas del público judío apoyan principios nacionalistas y
fascistas flagrantes, como lo muestra un sondeo de Yedioth Ahronoth y
de la doctora Mina Tzemach publicado la semana pasada, incluidos la
limitación de la libertad de expresión y asociación así como del derecho
al voto sólo para judíos.”
Como
señaló Misgav, hay expertos que advierten contra el uso
del término “fascismo” con demasiada ligereza y que se le quite valor.
Se citó una declaración del profesor de la Universidad Tel Aviv, Yossi
Shain: “La pregunta es si existe una amenaza para la democracia”.
Entre
los que piensan que existe una amenaza semejante hubo varios cientos de
miembros de grupos juveniles que realizaron mítines en todo Israel para
condenar la decisión del gobierno sobre el juramento de lealtad como
racista y antidemocrática. Fue después de que actores y autores
protestaron en Tel Aviv, leyeron en alta voz la Declaración de
Independencia y publicaron un nuevo documento intitulado “Declaración de
Independencia del Fascismo”. Uno de los iniciadores de la protesta, el
autor y periodista Sefi Rachlevsky, dijo: “Este pueblo exitoso y
miserable, que vivió la persecución y un holocausto, merece
independencia, democracia y una vida libre de fascismo. La verdadera
lucha actual no es entre izquierdistas y derechistas, sino más bien,
entre demócratas y fascistas.”
Misgav
también
señaló que algunas personalidades religiosas están intranquilas por las
recientes tendencias. Citó al rabino Dr. Donniel Hartman, quien dijo:
“Vimos
la aparición de un nuevo judío en Israel; esto no incluye solo a
Lieberman, sino más bien a cualquiera que votó a favor de la ley del
juramento de lealtad, incluidos los partidos religiosos. Este judío ya
no se interesa por la religión ni por los valores judíos, sino que, más
bien, utiliza su condición de judío para producir odio y nacionalismo.
El discurso alrededor del juramento de lealtad provoca una situación
corrupta: En lugar de que se utilice el judaísmo para criticar el
nacionalismo… se convierte en un medio que conduce
al fascismo.”
Como
observó Einstein hace tantos años, el público estadounidense “debe” ser
informado sobre lo que sucede realmente en Israel. Pero no existe
ninguna posibilidad de que así sea mientras los medios dominantes no
estén dispuestos a ofrecer la oportunidad de expresarse a los judíos
israelíes capaces de ver la llegada del fascismo.
Alan
Hart ha sido corresponsal extranjero de ITN y de Panorama de la BBC.
Ha cubierto guerras y conflictos dondequiera ocurrían en el mundo y se
especializó en Oriente Próximo. Autor de: Zionism: The Real Enemy of the Jews: The False Messiah. Tiene su blog en www.alanhart.net
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