Ni Jinkis Khan, ni Hulako ni
nadie en la historia ha cometido tanta atrocidad... tanta barbarie… tanta
brutalidad y tanta fiereza.
Nadie, ni ayer ni hace años ni
hace siglos hay quien haya sido tan insensible al derrame de sangre y la destrucción…
tan ávido de rusticidad, tosquedad… tan despectivo de la vida humana, vilipendioso
ante la inocencia, menospreciativo hacia el prójimo..
Ni hospitales, ni santuarios,
ni mezquitas, ni escuelas…En Gaza no hay refugios. En Gaza, así lo quiso
Israel, sus aliados árabes y occidentales, se muere, espantado pero sonriendo. En
Gaza, así lo impuso Israel, se vive más cerca de la muerte que de la vida. En
Gaza se habla pronunciando el testimonio de la fe (Ashahada).
En Gaza… se muere con
dignidad. Pero mañana será otro día… un día sin arrogancia, un día en que los
apoyos y las alianzas serán estériles y que los derechos serán recuperados y
que las ratas, venidas de los cuatro, puntos cardinales para profanar esta
sacra santa tierra volverán hacia donde vinieron.
Mañana será otro día… en el
que Obama, Hollande, Merkel y otros conspiradores árabes se dirigirán al muro
de lamentaciones para llorar su destino.
Mañana, sin los generales de Israel
ni sus aliados, sin las sofisticadas armas ni necesidad de misiles, hablabermos
de la justicia, de la equidad, de la cultura de la tolera, de la coexistencia
pacifica de la convivencia y de la imperiosa necesidad de darse la acolada en
vez de lanzar bombas o de bombardear mezquitas y escuelas o destruir bienes.
Mañana será otro día, en el
que ganará los justos y perderán los impostores.
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