Balance gubernamental de medio mandato La ausencia que desgasta los “momentos de democracia”











Como era de esperar, en el curso de su comparecencia anoche (martes 8 de julio) ante las dos cámaras del parlamento, el jefe del gobierno ha prometido proseguir lo que ha llamado “reformas progresivas” de la Caja de compensación y las Cajas de jubilación, lo que significa que el gobierno continuará adoptando medidas impopulares.
Las cámaras de la primera cadena de la televisión publica (Al Oula) se ha divertido deliberadamente con planos, “bien” montados de sillas vacías de los diputados y de los consejeros.
Algo que, de ninguna manera, puede contribuir a mejorar la imagen del proceso democrático del país porque, el balance de la acción gubernamental no parece interesar a los señores electos de la nación por lo que seria más que legítimo preguntarse por lo que les interesa y por lo que fueron elegidos en tanto que instancia legislativa para controlar la acción del aparato ejecutivo.
En todo caso…







Gobierno y PJD: los dos vertientes de una acción que se ha traducido, según Abdelilah Benkiran, en una contribución a la estabilidad del país y a la “excepción marroquí” “en una región convulsionada por tensiones políticas”.
Economía: seis meses después de la entrada en vigor de la ley sobre la amnistía fiscal, de una duración de un ano, el “premier” ha vuelto a tender la mano a los poseedores de bienes y/o cuentas bancarias en el extranjero.
Y como se ha convertido desde hace tiempo en algo ritual, Benkiran no se ha olvidado de dirigir sus elogios y sus agradecimientos a la acción real “por sus esfuerzos para defender la marroquinidad del Sahara y el retorno de Marruecos a la escena africana”.
Una manera como cualquier otra de reconocer su muy limitada margen de maniobra en materia de política exterior.
De cara a los próximos atentados al poder adquisitivo de los marroquíes, el jefe del gobierno ha agradecido a los marroquíes por aceptar las sucesivas alzas de los precios “sin manifestar en las calles”.
Una cosa es la legitima rivalidad política y otra diametralmente opuesta el interés nacional, porque no se debe confundir entre la velocidad y el tocino…

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