La geógrafa y decana de la facultad de letras y de ciencias humanas de
Mohammadia, Rachida Nafa’a puso el grito en el cielo sobre la fragilidad de los
ecosistemas marroquíes.
En una conferencia, organizada por el Instituto de la cultura amazogui
(IRCAM) con motivo de la Jornada Mundial
del Medio Ambiente, la geógrafa evocó ampliamente los graves riesgos a los que hacen
frente los ecosistemas en Marruecos como, por ejemplo, la aceleración del ritmo
de la sequía, la erosión de los suelos, la desertificación, la degradación de
las tierras y de la biomasa, el encenagamiento de los niveles de los pantanos y
la intrusión del agua del mar en las aguas subterráneas.
Dijo la señora Nafa’a que la presión de las necesidades socio-económicas no
han mas que acentuar mas esta fragilidad. Debido a lo cual los recursos
naturales se acaban y la civilización agraria declina.
Durante esta conferencia la decana marroquí ha estimado que las soluciones
aportadas a estos fenómenos siguen, hasta ahora insuficientes.
Como ejemplo, dio el hecho de que 31 000 hectáreas de tierra son taladas cada ano contra tan solo 20 000 el
ano pasado. O sea una media de pérdida de 11 000 hectáreas de bosque.
Además, si Marruecos es el segundo país mediterráneo sobre el plano de los
aires protegidos (después de Turquía), el 10% solamente de estos aires
responden a las normas internacionales.
De estos datos queda claro que el problema climático es estructural en
Marruecos, tanto mas que el país es “árido y semi árido en el 93% de su
territorio”.
Junto a esto, el cambio climático engendra otro cambio de naturaleza
socio-cultural, representado por el paso de una civilización agraria, que, por
una adaptación a la escasez de los recursos, pasa a un modo de vida nómada, entrañado
la movilidad de las poblaciones y acentuando el fenómeno del éxodo rural.
Comentarios
Publicar un comentario