A pesar de estar fuertemente
apoyadas por militares argelinos, la dirección del Polisario ha dejado de poder
garantizar la protección de sus instalaciones militares.
Un grupo armado no
identificado ataco incluso un “mando militar” causando heridos entre los
defensores de la milicia del Frente.
Era por la noche del pasado
día 11 cuando la sede de la organización de la juventud del Polisario que se
encuentra en el campamento de “Smara” (una tienda de campaña y no la verdadera
Samara marroquí) ha sudo incendiada, procediendo algunos dirigentes de la banda
separatista a acusaciones contra todos y contra nadie.
No obstante se debe tomar muy en
serio estas acusaciones, tanto más que las relaciones entre el “presidente”
vitalicio, Mohamed Abdelaziz y sus lugartenientes con los movimientos de los
jóvenes del Frente van de mal a peor, sobre todo por la contestación de éstos a
las funciones de los ciudadanos argelinos, Khadija Hamdi, la esposa del
“presidente” vitalicio y “ministra” de cultura y Mohamed Lamin Bouhali
“ministro” de defensa del Polisario.
Tanto es así que no se
descarta un acto de represalia contra estos grupos juveniles.
Paralelamente a este asunto,
informaciones concordantes hablan de otro ataque atribuido al brazo armado del
Movimiento de los Jóvenes por el cambio contra un mando militar de la milicia,
ubicado en la localidad de Tersal, con un saldo inicial de heridos entre los defensores
del mando.
Lo curioso en este asunto es
que se habla de armas y camiones durante la operación, lo que no deja de
suscitar mas de una legitima interrogación: ¿El MIPC, frescamente creado tiene
tan enormes medios para llevar a cabo este tipo de ataques o serian otros
grupos mejor armados los autores de esta ofensiva?
Tanto en lo que concierne al
incendio de la sede de la juventud del Polisario como este ataque contra un
mando militar la banda separatista no ha dicho hasta ahora esta boca es mía.
Sin embargo, la concomitancia de
estos dos acontecimientos constituye una real puesta en tela de juicio de la política
de seguridad impuesta, desde hace meses en los campamentos, por los militares argelinos
a la población de los campamentos de Tinduf.
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